Las malas artes de Mamani

“En tiempos de lucha contra la violencia hacia la mujer, es inconcebible que un infame personaje pretenda hacer de las suyas y burlarse de todos”.
Ministerio Público abre investigación preliminar a Moíses Mamani por denuncia de tocamientos indebidos (Perú21)

Moíses Mamani alcanzó notoriedad cuando, en marzo, a través de la difusión de videos grabados subrepticiamente por él mismo, develó los entretelones de las negociaciones que rodearon el segundo pedido de vacancia del entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski.

El impacto de los llamados ‘mamanivideos’ abonó, tiempo después, no solo a la caída del jefe de Estado sino también a la suspensión de los legisladores Kenji Fujimori, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocangel, y a la apertura de una investigación fiscal que alcanza al propio PPK.

Esta semana, Mamani ha vuelto a hacer noticia. Su comportamiento impúdico, repudiable e indignante con una aeromoza, con la que se sobrepasó grotescamente, lo ha puesto nuevamente bajo la lupa ciudadana y ha motivado su suspensión “temporal” de la bancada que esta vez, cabe decirlo, ha tenido una reacción rápida frente a la conducta reprochable de uno de sus integrantes. No ocurrió lo mismo meses atrás cuando, con sus votos y los del Apra, bloqueó en la Comisión de Ética un pedido para que se incluya a Mamani en la indagación por el canje de votos.

Hoy, incluso, ese legislador tiene un proceso en curso en Ética por falsear su hoja de vida, incumplir con la manutención de su menor hija y despedir a una trabajadora que lo denunció por acoso. Mamani parece tener harta experiencia en malas artes bajo el paraguas de una mal entendida inmunidad, pero también de un distorsionado espíritu de cuerpo del que Fuerza Popular ha hecho uso y abuso.

En tiempos en que la lucha contra la violencia hacia la mujer empieza a ganar terreno en el Perú, que ocupa el segundo lugar de América en casos de acoso sexual a mujeres (41%), según un estudio de Datum Internacional, es inconcebible que un infame personaje represente a la Nación y pretenda hacer de las suyas y burlarse de todos, incluso tratando de cubrir con una mentira su inaceptable proceder.

El bloque naranja tiene la oportunidad de demostrar que su discurso de renovación no es pura finta. Tiene los votos para hacerlo en Ética y también en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, a la que eventualmente llegará el caso Mamani. Ya no cabe hacerse de la vista gorda.

Tags Relacionados:

Más en Opinión

La huelga de los trabajadores: un relato desde el Perú

¿Se destrabó la línea 2?

Tengo el orgullo de ser peruano, pero no soy feliz

Perdiendo el juicio

Sin educación no hay salud

Tarjeta amarilla

Siguiente artículo