notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Yonhy Lescano le canta sus verdades a buena parte del fujimorismo: "¡No tienen calidad moral para censurar por corrupción!", "¡que levante la mano el que no esté investigado por lavado de activos!", "¡que levante la mano el que no tenga relación con una universidad negocio!".

Marco Arana sorprendió llamando a la consciencia de los fujimoristas. La representante de APP Gloria Montenegro hizo lo propio y, además, pidió que la votación fuera secreta, como para darle cobijo a los que no querían la censura. Como era de esperar, el pedido fue rechazado con los votos del fujimorismo, tras lo cual el –hoy– congresista fujimorista Luis Galarreta sugirió que la propuesta tenía por objeto comprar los votos de los congresistas de su bancada (¿proyección?). También dijo que no había visto un "blindaje" así desde que el fujimorismo blindó a Montesinos, pero nadie se ruborizó.

Listo. Saavedra fue censurado con mentiras e insultos; con un cinismo como el que sugirió que el video Kouri-Montesinos podía ser un montaje tipo Forrest Gump; con Velásquez Quesquén reivindicando el derecho del Congreso a interpelar y a censurar a quien le da la gana; y un dictamen de censura que tiene cosas que jamás le preguntaron al ministro. Muy transparentes.

Del Castillo dijo que él no votó por la censura y Mulder sugirió que ello podría deberse a algún esqueleto escondido en el clóset. El fujimorista Eduardo Vergara denunció que le "hackearon un tuit" en el que se leía: "No solo estamos obligados a pagarle su sueldo a K, también a obedecer y votar por la censura de un gran ministro. #Saavedranoseva". Qué raro.

The Economist –una conocida revista socialconfusa, rojicaviar y proterruca– llamó a este hecho, el de censurar al mejor ministro de Educación en 30 años, un pequeño acto de suicidio nacional al que en pulcrísimo castellano tituló: "¡Viva la ignorancia!"