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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Quien opina distinto a como opino yo es fascista, misógino, machista, homófobo/a, racista, clasista, discriminador, egoísta, arcaico, bruto, imbécil, inculto, estúpido y, además, el tren de la historia lo dejó atrás, porque está en el lado equivocado. O, simplemente, está enfermo.

Cualquiera que abra la boca para decir algo que yo creo equivocado, estúpido, "malo", inadecuado, políticamente incorrecto o "peligroso" se las verá conmigo y la autoproclamada policía de lo que debe ser. Porque sí, a nosotros nos toca decidir qué es lo correcto y lo adecuado y lo constructivo, y lo que sea que al respecto opinen los demás no interesa y debe ser rebatido en los peores términos y atacado y demolido porque no se guarda respeto por las opiniones sino por las personas y, si ellos creen que sus ideas y opiniones son parte intrínseca de su identidad, mala suerte, son unos burros, lean a Saramago o a Savater o a quien les dé la gana, que ellos opinan igual que yo.

Solo hay una manera y el que no está de acuerdo está en contra y aquí no sucede eso de que mucho ayuda el que no estorba: aquí el que no está con nosotros hasta con el color del papel que usamos para denostar de los ignorantes está contra nosotros y se lo vamos a hacer saber.

Solo lo que nosotros decimos es verdad y es correcto y, por lo tanto, no existe espacio alguno para opiniones o pareceres o siquiera a preguntas que puedan llevar algún sesgo divergente o que cuestionen lo principal: esto que decimos y hacemos es lo bueno, lo deseable, lo humano, lo correcto, lo evolucionado, lo necesario y lo justo.

Y si no te parece, búscate un hueco para enterrarte. O vota por Trump.Me parece que hay que hacer algunos ajustes. Eso.