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Luis Davelouis: Comunicaciones

“Un mensaje más sincero que reconozca las limitaciones que existen y que no son un secreto para nadie junto a la promesa de hacer el mejor esfuerzo para solucionarlas es mejor recibido”.

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La gestión de las comunicaciones en cualquier organización es muy importante y, aunque nadie parezca darle bola, esta realmente puede hacer que lo que de un modo constituya una crisis catastrófica que destruye reputaciones y marcas se convierta en un problema que se transforme en trampolín. Particularmente en un gobierno, las comunicaciones no son un asunto menor.

Por ejemplo: diseñar una estrategia de comunicaciones a propósito del friaje y las heladas que se vienen que diga algo como "este año no morirá ni un niño más de frío, tu gobierno te lo asegura" es, en las actuales circunstancias, suicida. No hay manera de controlarlo ni de prevenirlo y mucho menos de ofrecerlo de forma realista y responsable. Si se es un inescrupuloso miserable quizás se hubiera podido ofrecer algo así durante la campaña, pero no cuando uno ya está subido en el caballo, los presupuestos designados y la logística que hay es todo lo que hay.

Un mensaje más responsable y útil es mucho mejor. "Este año no queremos extrañar a nadie: abriga bien a tus hijos y guarece a tus animales. No uses tales cosas, usa en su lugar estas otras que tu gobierno local te brindará, ten la seguridad de que tu gobierno se está encargando de que todo eso te llegue a tiempo. No te pongas en riesgo ni arriesgues a tus hijos, evita determinadas circunstancias, no salgas a determinadas horas, etc.".

El efectismo y el triunfalismo suelen ser muy hipócritas y las personas lo perciben, aunque no puedan señalarlo. En cambio, un mensaje más sincero que reconozca las limitaciones que existen y que no son un secreto para nadie junto a la promesa de hacer el mejor esfuerzo para solucionarlas es mejor recibido. No hay que dispararse a los pies.