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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Es de noche y escuchas un ruido. Te asomas por la ventana y no ves nada fuera de lo ordinario. Todo está ahí: tus autos, las luces de la calle, el guachimán, su caseta vacía, y ese perro rengo que no sabes cómo se llama olisquea algo entre la vereda y el jardín de tu vecino. Perro de mierda, cómo no se muere con todo el bocado que le he puesto. Decides –porque nada te lo impide– que el ruido fue un poco más fuerte de lo que debería ser normal. Si te preguntan qué es normal, no sabrías qué contestar, pero insistirías en que ese ruido no lo fue. Así que seguramente es un disparo. Por supuesto, nunca has escuchado un disparo fuera del cine o de la tele, pero eso no importa, tú sabes que fue un disparo. Así que con genuina preocupación llamas al vigilante que se acerca a tu puerta:-Hércules, ¿escuchó el disparo?-No, señor. Creo que vino de por allá dices levantando la mano con el dedo extendido, pero sin señalar realmente en ninguna dirección.Sí, seguro te responde el guachi sobándose las legañas.Intrigado, te imaginas que el disparo fue donde solía vivir el presidente. Por allí hay siempre policías armados y el centro comercial y los bancos están muy cerca. ¡SEGURAMENTE HAN INTENTADO ROBAR UN BANCO!, dices exaltado para ti mismo. Luego recuerdas que es 1 de enero, que en los bancos no hay un mango y que ese día solo abren los chilenos explotadores de Wong, y se te pasa. Pero el disparo sí sonó. Ignorando que creíste que fue cerca de los bancos, a casi 20 cuadras de tu casa, recuerdas que tus vecinos están de viaje. ¡SE METIERON A ROBAR Y MATARON A LOS PERROS! Cuando sale, el vecino deja a sus perros en la misma perrera que tú, son tres perros y solo fue un "disparo". Pero no importa: hay un ladrón en la casa de al lado. (Continuará).