/getHTML/media/1239666
Eduardo Pérez Rocha: "Que la Policía diga la verdad, Vladimir Cerrón se fue del país"
/getHTML/media/1239537
José Baella sobre caso Vladimir Cerrón: "Se debería investigar la contradicción de la Policía"
/getHTML/media/1239536
Fuad Khoury: "No es el momento para invertir en aviones de guerra"
/getHTML/media/1239269
Impulsared: el programa que promueve el desarrollo a través del emprendimiento
/getHTML/media/1239371
Romy Chang sobre 'Chibolín': "La caución asegura la permanencia de Elizabeth Peralta"
/getHTML/media/1239361
José Carlos Mejía, abogado de agente 'Culebra' habla sobre supuesto atentado: "Han sido dos extraños incidentes"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239252
Adrián Simons: "Tipificar terrorismo urbano no soluciona nada"
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
/getHTML/media/1239126
Gobierno de Dina Boluarte sin rumbo ante criminalidad | La Voz del 21
/getHTML/media/1239123
Víctor García Toma: "El JNE debió anular la inscripción de A.N.T.A.U.R.O"
/getHTML/media/1239120
Mariano González: "Este gobierno-Dina Boluarte- representa más al crimen que a los peruanos"
/getHTML/media/1239127
Malena Morales de Alicorp y su compromiso con los emprendedores peruanos en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
PUBLICIDAD

Lima: de cara al 2035

El debate electoral de cara a las elecciones municipales realizado esta semana por el diario El Comercio dejó importantes reflexiones sobre nuestra capital, sus retos y sueños.

Imagen
Fecha Actualización
Juan José Garrido,La opinión del directorEl debate electoral de cara a las elecciones municipales realizado esta semana por el diario El Comercio dejó importantes reflexiones sobre nuestra capital, sus retos y sueños. Tal vez la más importante, y que destaca en mayor medida la complejidad del problema, es aquella frase del candidato Fernán Altuve: "Lima ya no es más grande que sus problemas".

Si somos sinceros, es una insinuación fuerte, si no tosca: Lima es una ciudad grande en todo sentido. Siendo Perú uno de los países con la menor densidad poblacional, nuestra capital tiene una de las densidades más altas de la región. No solo eso: la heterogeneidad de su población es también muy alta (producto de nuestra historia prerepublicana, el posterior mestizaje colonial y la –relativamente– reciente migración de las zonas rurales a la capital), así como la composición socioeconómica (desde familias viviendo aún en extrema pobreza hasta las familias más ricas del país). Lima es, en efecto, muy grande y problemática; pero el optimismo que nos caracteriza hizo de la frase "es más grande que sus problemas" un meme cotidiano. Hoy, nos dice Fernán Altuve, ya no lo es. Y pareciera tener razón.

Sus problemas los resumió ayer, en extenso y a profundidad, nuestra editora Mariella Sausa en la nota de Actualidad. Inseguridad (la tasa de victimización es alarmante: más del 45% de la población ha sido robada, estafada, secuestrada, entre otros delitos), informalidad (60% del empleo registrado), baja cobertura de tecnologías informáticas (41% con Internet, 53% con teléfono fijo y 56% con televisión por cable, aunque un 88% tenga telefonía celular), solo el 35% tiene vivienda propia y con los títulos en regla, y así… una realidad compleja, con grandes carencias y diferencias, y sin visión de futuro.

En 20 años, que en términos de desarrollo equivalen muy poco, cumpliremos 500 años desde la fundación. Para un país que se ufana de ser un ejemplo de desarrollo e inclusión, deberíamos ir pensando en un proyecto que haga de Lima (ventana de ingreso al Perú) una ciudad de la cual todos nos podamos sentir orgullosos.

Lima tiene serios problemas, qué duda cabe. El tránsito hace cada vez más difícil conmutar de un sitio a otro, con el costo psíquico-emocional adicional; las redes de telefonía colapsan con facilidad; la basura y el deshecho se amontonan por cuadras; nuestra cobertura educativa y de sanidad rebalsó la oferta de calidad; entre muchos otros.

Pero Lima también posee grandes ventajas: una posición geográfica envidiable en el país y en la región latinoamericana; espacios dónde crecer al norte y sur de la capital; es una ciudad que mira al mar, con un puerto insignia de la historia y con sus espaldas a los Andes, desde donde llegan minerales y agua por cantidad. Tenemos una oferta biológica (marina y vegetal, por encima) que serían la envidia de muchas capitales desarrolladas; una historia y un bagaje cultural como pocos en el mundo; y una población joven, trabajadora y emprendedora, con inmensas necesidades por cubrir y grandes sueños por cumplir.

Lima puede ser, hoy, más chica que sus problemas, pero no por ello debe mantenerse atada a este caótico estado. ¿Qué necesita Lima para, no digamos sobrevivir, sino mejorar significativamente su posición de cara al 2035?

En primer lugar, liderazgo; por ello no me refiero a un magnánimo y todopoderoso salvador municipal, sino a un líder de verdad: una persona capaz de gestionar nuestros problemas, capaz de lograr los grandes consensos que los problemas requieren, apto para comunicar sus visiones y tender los puentes necesarios con otros partidos, así como con el Gobierno Central y los alcaldes distritales, empeñado en hacer obras que puedan hilvanarse con otras a fin de ir creando por partes la infraestructura física y social que necesitamos.

Luego, claro, recursos. Lima alberga a cerca del 45% del PBI nacional, pero nuestro presupuesto dista mucho del justo. Es necesario que quienes lleven los rumbos de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) sepan negociar ese requerimiento, y cuanto más pronto mejor.

Por supuesto, nada de ello será suficiente si no existe capacidad de gestionar; recursos existen (tanto públicos como privados), con lo cual se trata más de visualizar las soluciones, articular las propuestas y buscar los socios adecuados. Con tantos proyectos –que implican tantos recursos en juego- se requiere de un equipo probo, dedicado y transparente.

Estamos a siete días de un proceso electoral que, aunque todo puede suceder, pareciera estar definido. Ojalá los próximos cuatro años sirvan para dejar una visión concreta y consensuada, esa que tanto necesitamos.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD