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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Les juro que me alegra que haya ganado la extrema izquierda en Grecia, porque allí se pueden dar dos escenarios interesantes:

A) Que Alemania por fin se percate de que no puede seguir ahogando al resto del continente con esa obsesión por una austeridad recesiva que ahoga tanto a la gente y que lo que está provocando es que partidos populistoides de extrema derecha (FN francés, UKIP inglés, PP danés, islamófobos en Holanda) e izquierda (Syriza griego, Podemos español) cojan un protagonismo indeseable, así como los grupos independentistas (Cataluña, Flandes, Escocia). Y que Alemania también se percate de que sí hay que ir a un "haircut" (rebaja) grande de las monumentales e impagables deudas que agobian a los demás Estados europeos. Hoy es la pequeña Grecia, pero mañana puede ser la potencia mediana España con los chavistas de Podemos y después la gran potencia Francia con los fascistas del FN (ojo que un partido neonazi ha quedado tercero ayer en Grecia. Fracasa Syriza y los próximos en gobernar Grecia serán ellos).

B) Que estos ultraizquierdistas griegos comiencen con sus barbaridades típicas, el país termine de reventar al salirse del euro y los españoles se asusten y así no voten por la locura adolescente de Podemos a finales de año.

Ojo que los griegos también tienen mucha culpa de seguir estancados: no han hecho ninguno de los cambios necesarios para salir del hoyo. Siguen con un Estado elefantiásico, siguen sin privatizar, siguen con leyes laborales absurdas, siguen sin reformas estructurales, siguen con los mismos corruptos vicios económicos. Como el "annus mirabilis" de Perú en 1992, necesitan un año intenso de reformas económicas a toda velocidad.