Juan José Garrido: Tres cortitas

Uno. Muy bien el gobierno en promulgar la ley de la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. La ley, esperemos, cambiará el sistema de incentivos del sector público. Hoy, con dos presidentes encarcelados (uno a la espera de un proceso) y otro con orden de arresto, pues no debería quedar duda de que las cosas están cambiando. De alguna manera debemos hacer extensivo ese sistema de incentivos al sector privado: donde hay un corrupto, hay otro que corrompe.

Dos. Nuevamente el oficialismo demuestra una hipersensibilidad y falta de correa alarmante. El presidente de la Confiep, Roque Benavides, da una entrevista en la que brinda sus puntos de vista sobre la coyuntura, y salen Bruce y compañía a quejarse y ningunear sus críticas. Benavides, como presidente de la Confiep, cruza ideas todos los días con decenas de empresarios, técnicos, burócratas y académicos. ¿No creen que sus observaciones y críticas algo tendrán de sustento? ¿No pueden, por una vez, aceptar las preocupaciones y revisarlas? ¿Prefieren a empresarios amaestrados como en el pasado? ¿Todo es color rosa y nada está por mejorar? Consejo: aprovechen las críticas, guarden aliento para cuando lo necesiten, y busquen una buena correa. Si así están al año, pues no quiero imaginar cómo llegarán al quinto.

Tres. En principio, me parece bien que la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, se presente y exponga sus puntos de vista. Tanto le criticamos su mutismo, al menos reconozcamos cuando habla. Qué diga es otra cosa. Me parece positivo ofrecer facultades para que el gobierno realice los cambios que requiera en pro de la educación pública. Sobre sus críticas, pues esa es su forma de ver las cosas, y mejor que las diga de tal manera para que sus seguidores y opositores sepan cómo actuaría en determinados casos. Ideal sería que estas presentaciones se produzcan también en ambientes críticos (una rueda de prensa o una entrevista uno a uno), como suele hacer Alan García o Luis Bedoya, líderes de otros partidos. De paso, ¿y Verónika Mendoza, Alfredo Barnechea, César Acuña?