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Juan José Garrido: S.O.S.
“¿A qué responde la caída en su popularidad? ¿Se puede responsabilizar al fujimorismo u otra fuerza política? No creo”.
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La primera encuesta del año de Datum trae cifras espantosas. Los registros de popularidad han sufrido un desplome generalizado, partiendo –por supuesto– por el del mandatario, Pedro P. Kuczynski, quien cae 8 puntos (pasa de 53% en diciembre a 45% en enero), pero pasa por primera vez a terreno negativo en el índice de popularidad (diferencia entre la aprobación y desaprobación).
Este cruce iniciaría el desarrollo de una "boca de lagarto", figura que en diciembre anunciamos que ocurriría… si todo seguía igual. Lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón.
En "Aún están a tiempo" (2 de diciembre del 2016), sostuve que al pasar dicho hito, "algo cambia en la psicología colectiva; el pesimismo impide ver los aciertos y magnifica los errores, cualquier frase o acto se malinterpreta fácilmente, se empieza a etiquetar a los personajes del gobierno, y ni qué decir de los casos de corrupción (sean minúsculos o gigantescos). En otras palabras, las condiciones cambian de manera violenta, y revertir la percepción se vuelve un ejercicio muy, muy difícil".
Cierto, y lo trataremos en los próximos días, toda la clase política está en caída (ministros, Congreso, líderes políticos). Pero centrémonos en el mandatario; ¿a qué responde la caída en su popularidad? ¿Se puede responsabilizar al fujimorismo u otra fuerza política? No creo. ¿Una campaña mediática de desprestigio? ¡Risible! Pocas veces una gestión empieza con tanto apoyo y de sectores tan diversos.
El gobierno debe revisar con urgencia esta tendencia y hacer un esfuerzo de honestidad consigo mismo para responder a dicha interrogante. No interesa lo que opina tal o cual analista o medio, o pueda señalar uno u otro congresista. Es el gobierno quien cuenta con los instrumentos para hacer el diagnóstico e identificar las soluciones.
Cuando se señala este hecho (la caída en la popularidad), la respuesta creciente es "¡pero todos caen!" y "¡Keiko también cae!", lo cual es cierto. Pero nada de eso interesa: quien gobierna y quien tiene que corregir su tendencia por el bien de todos es PPK. Y cuanto antes, mejor.
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