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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Uno esperaría que el candidato Alan García, dos veces presidente del Perú, tenga las cosas claras en lo que al tema laboral se refiere. Más aún si tomamos en consideración el marco general de su segundo gobierno (del primero no es rescatable ni el olvido), uno donde se beneficiaron los emprendimientos privados. Pero no. Bastó con que en un partido se planteara una reforma laboral valiente y profunda para que, en un achaque de populismo ochentero, el ex mandatario saliera a señalar un "shock antilaboral".

¿En serio no entiende el Sr. García la grave situación en la que vive el 75% de nuestra PEA? ¿No está enterado de los avances de la robótica y la automatización, y los riesgos que penden sobre los puestos de trabajo más básicos (empaque, por ejemplo)? ¿No ha leído sobre la situación laboral juvenil en Europa y el enorme riesgo sociopolítico que representa?

Por supuesto que sí. Al Sr. García se le puede acusar de muchas cosas, pero no de inculto o ignorante. Que el candidato Julio Guzmán haya salido a enmendarle la plana a Gonzalo Aguirre, primer político en años en señalar al elefante en la cristalería (como ha señalado Enrique Pasquel en El Comercio), es un síntoma de inexperiencia y miedo: estando en segundo lugar, no quiere espantar a sus seguidores con propuestas controversiales y riesgosas.

Pero que el Sr. García, a estas alturas de su carrera política, menoscabe (o, peor aún, reproche y señale) la valentía solitaria en lugar de sumarse para, tal vez de a pocos, lograr un cambio en la sabiduría popular, es un poco ridículo. La reforma laboral que tenemos por delante es profunda, crítica, traumática, pero necesaria. No podremos formar parte del siglo XXI con leyes laborales del siglo XIX; es un engañamuchachos, y eso lo sabe todo aquel que estudie el contexto y nuestra legislación. Que el tema es impopular, qué duda cabe. Es justamente por eso que necesitamos a un líder tomando dicha bandera, buscando un consenso, señalando al elefante. En fin, por algo estará bordeando la valla.