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Juan José Garrido: Populismo made in USA
“Trump llega al poder en medio de un contexto político complejo (EE.UU. enfrentará una alta polarización en sus bases ciudadanas, mediáticas y sociales)”.
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Como todo populista (además orgulloso de serlo), Donald Trump asumió la presidencia de la república norteamericana transfiriéndole el poder al pueblo. Fue al inicio del discurso, previo –como era de esperarse– al fervoroso aplauso del público que lo acompañaba: "Hoy… no estamos transfiriendo el poder de una administración a otra, o de un partido a otro, sino transfiriendo el poder de Washington… a ustedes, el pueblo".
¿Qué significa "transferir el poder de Washington al pueblo"? Si nos guiamos por las promesas, de Trump y todo populista que haya llegado al poder, la retórica circunda la transferencia de poder, de voz, de recursos. No obstante, por alguna razón, ninguno de los ejercicios populistas ha cumplido lo ofrecido; de hecho, es siempre todo lo contrario: sus mandatos se caracterizan por recortar derechos civiles y políticos fundamentales, así como por introducir mayores distorsiones en el quehacer económico, tanto al nivel macro como micro.
De hecho, algo hay que agradecerle a Donald Trump: no perdió tiempo en aclarar que sería así. Desde el arranque dejó claro que protegerá a la industria nacional norteamericana, que incrementará el gasto público, así como los empleos y las protecciones sociales. Para ello, por supuesto, se apoyará en Dios, en el "espíritu de América" y otras entelequias.
Trump llega al poder en medio de un contexto político complejo (EE.UU. enfrentará una alta polarización en sus bases ciudadanas, mediáticas y sociales) y en un contexto económico favorable (se recuperan las principales materias primas y China abraza cada vez más las premisas libremercadistas).
Dicho esto, nada del discurso inaugural y las promesas de Trump puede parecer positivo para quien crea –realmente– en las libertades y en el progreso dentro de la corriente demócrata-capitalista. Trump es igual a Hugo Chávez, ajustando algunas referencias bíblicas, héroes y una que otra promesa de política pública. Y, al igual que Chávez, acaparará la mayor cantidad de poder posible. Por la influencia y el tamaño de los EE.UU., espero equivocarme.
Ojalá que las instituciones norteamericanas protejan al pueblo de este demagogo populista y cavernario.
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