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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

"Siento que no me merezco una censura". Con esta frase de la Sra. Ana Jara empezó el debate ayer, en calles y luego en el Congreso, sobre su censura y, con ella, de todo su gabinete.

Es, por cierto, una frase de antología: "Siento que no me merezco…". ¡Imaginemos las variaciones! Tal cosa, a tal persona, tal insulto, etc. Las posibilidades son inmensas, y en mayor medida si extraemos el negativo: "Siento que me merezco…". ¿Un auto? ¿Una casa? ¿Una vida más cómoda?

En el caso de la Sra. Jara, ella creía merecer el premierato. Ese fue su argumento, su defensa, su propuesta: retener el premierato porque lo merecía. Pero la cuestión, para los peruanos, no era si ella se merecía o no el premierato, sino si los peruanos nos merecíamos a Ana Jara de premier.

Porque, a saber, la Sra. Jara puede ser la mejor carta del nacionalismo (para muchos, de hecho lo es); puede ser conciliadora, honesta, trabajadora y, en fin, una gran persona. Pero para los peruanos, eso no es –ni debía ser– lo relevante, sino si estaba o no capacitada para manejar las riendas de un gabinete, teniendo en cuenta, además, el entorno del Ejecutivo, así como el complejo y virulento contexto económico, político y social.

Los peruanos necesitamos, a gritos, de una persona capaz de asumir las riendas del Consejo de Ministros, pero, sobre todo, necesitamos a alguien que tome posiciones frente al mandatario (a riesgo de renunciar, si es necesario), que no le tema a la Sra. Heredia, que controle al gabinete y que, sobre todo, inspire seguridad y compromiso en todos los peruanos. Y esa persona, lamentablemente, no era la Sra. Ana Jara.

Hoy, necesitamos un shock de confianza: las exportaciones están en caída libre, la minería jaqueada, la corrupción desatada, y a poco más de un año de las elecciones generales. El país está paralizado, y por ello necesitamos un gabinete consensuado que nos lleve hasta el 2016. El presidente Humala tiene la palabra.

Juan José Garrido director@peru21.com