Juan José Garrido: Jo, jo, jo

Y como para no perder la costumbre, entre gallos y Nochebuena, el presidente Humala cambió nada menos que al comandante general del Ejército. Sí, como leen. Ayer, como dándose un regalo navideño, el general Vergara –con menos de 4 meses en el cargo– fue pasado al retiro y nombrado, en su reemplazo, el general Ramos Hume.

¿Quién es Ramos Hume? Para los consultados, un personaje de talla menor, solícito, cuyos méritos se reducen a su cercanía a la pareja presidencial. Fue compañero de promoción de un primo de (ya lo imaginaron) la Sra. Nadine Heredia, y por esas casualidades de la vida su hermano es presidente del comité electoral del nacionalismo. Como quien dice, un cumpa del mandatario.

Durante la mañana, corrían dos versiones que "explicaban" la necesidad del recambio; por un lado, un supuesto alzhéimer de Vergara –desmentido por oficiales cercanos al general–, y por el otro, las escuchas sobre el caso 'Caracol' que involucran al Ejército Peruano en actividades ilegales vinculadas al narcotráfico.

¿Sería capaz Palacio de utilizar los audios de sus servicios de inteligencia para deslegitimar al general Vergara? ¡Por supuesto! Fueron capaces de aprovechar audios en el reciente impasse con Chile, además de la ojeriza que el presidente Humala le tiene al general Vergara por el tema de los ascensos.

Bueno, es así que al final el mandatario terminó llevando a la institución castrense adonde quería. ¿Para qué? Pues, como sostuvimos antes, esta nueva estructura militar es muy cercana a la pareja presidencial; qué intenciones y con qué fines, pues eso lo sabremos en algún momento.

No deja de ser llamativo, eso sí, el sometimiento del premier Cateriano a estas cuestionables purgas castrenses. Es increíble el nivel de manipulación del Ejército por parte del presidente Humala, solo comparable con la peor época del montesinismo (y ya sabemos en qué acabó eso). Como también es increíble el silencio de quienes, supuestamente, debían garantizar el orden institucional. En fin, nada supongo.