Juan José Garrido: ¿También “irresponsable”?

Las primeras declaraciones del comandante general del Ejército, Luis Ramos Hume, no pasaron desapercibidas. "El Ejército del Perú tiene un papel fundamental en la lucha contra la desigualdad", sostuvo, ante la mirada perdida de algunos, y la mueca de otros. Y para que no queden dudas del instinto populista (y la intervención gubernamental), a renglón seguido sostuvo que apoyarían "la política de inclusión social", mezclando temas como Beca 18 y el fenómeno de El Niño. Todo esto, para mayores pautas, aplaudido por el presidente Humala y el ministro de Defensa.

Esta súbita intervención del Ejército en las líneas populistas del gobierno no es un cable suelto, como tampoco es casualidad que el hermano del comandante general sea el presidente del Comité Electoral del Partido Nacionalista. Y tampoco es un cable suelto que, de pronto, el gobierno se despabile y empiece un festín de gasto público y pauta publicitaria.

¿Qué dice a esto el mandatario? Como bien señala ayer Federico Salazar, o no entiende o se hace el que no entiende. Ojalá fuera lo primero, pero me temo que no. Hay una prueba: no es la única esfera en la cual el mandatario rompe (y hace romper a otros) los protocolos sin rubor o preocupación. Interferir (y de manera grosera) en el proceso electoral es otra, así como el dispendio innecesario en propaganda política. Que el JEE le pida que se mantenga distante es una anécdota.

¿Qué busca el presidente Humala? ¿Mejorar la posición electoral del candidato-delfín Urresti, o hacer una campaña para ser recordado en el futuro? ¿Estará pensando en el 2021?

Quienes han cruzado palabras con él me cuentan que, en efecto, el presidente Humala ya piensa en su futuro político. Tiene sentido; a fin de cuentas, cuenta con 53 años. En política, está "pichón". Y si piensa en cederle la posta a la Sra. Heredia, con mayor razón.

Lo que no tiene sentido es el dispendio en medio de la crisis económica y a costa de un mayor desbalance fiscal. Este no será un gobierno recordado por su legado; cuidado, por ahí termina recordado como mediocre e irresponsable.