Juan José Garrido: ¿Qué están haciendo?

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Barranco devino el jueves y viernes en trending topic (o TT). Léase, tendencia o tema del momento. ¿Una presentación cultural o feria gastronómica? ¿No? ¿Un pasacalle o festival musical? ¿Tampoco? No. Las sirenas, helicópteros, patrulleros y, según estiman, más de 1,000 agentes de la Policía Nacional pusieron al distrito patas arriba. Nadie se salvó: autos, transeúntes, pasajeros del Metropolitano. Todos fueron, por horas, sospechosos de un Estado policiaco.

No es, por si acaso, el primer distrito en encontrarse bajo cateos e inspecciones. Antes pasaron por el Callao, Magdalena, Comas, Cercado y otros. Pero eso no es lo importante. Lo importante es, primero, cuál es el principio legal y, segundo, cuál es el resultado (si es que lo primero no importa, o prima lo segundo).

En efecto, el Estado tiene la capacidad de efectuar intervenciones; pero para ello, asume un delito o la inminente configuración de uno (seguridad pública, etc). Pero, ¿ir a una esquina y parar a todos, cuestionando, registrando, impidiendo el libre tránsito de ciudadanos? ¿Cómo es eso?

Los abogados, de seguro, entrarán al debate pronto y escucharemos versiones y análisis de todo tipo. No obstante, está claro que acá están extralimitándose, y por mucho. Prima la libertad de cada individuo, salvo que nos hayamos convertido en un apéndice de Cuba y nadie nos lo haya notificado.

La ola delictiva que sacude nuestra ciudad no es excusa para estos megaoperativos que ponen en vilo a miles (y dependiendo del distrito, millones) de ciudadanos. El gran responsable de la inseguridad es el Estado, este gobierno en particular. ¿Inteligencia? Ninguna. La poca, dirigida a seguir periodistas, políticos y empresarios.

En mi opinión, el despliegue está dirigido a brindar una sensación de autoridad. En otras palabras, es pura finta. Y a los resultados me remito: en SJL desplegaron a 1,800 agentes, se detuvo a seis requisitoriados y 50 fueron denunciados ante la Fiscalía. Mientras hacían el operativo, unos ladrones balearon a una prestamista y le robaron S/.8,000. ¿Tiene sentido? Ninguno. Pero ahora podrán decir "estamos haciendo algo".

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