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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hace pocos días, el presidente Humala sostuvo: "No somos el gobierno que les ha dado a las empresas brasileñas los grandes proyectos. Ustedes verán que las grandes obras no las han ganado las empresas brasileñas, el monumento de Cristo no miente" (sic). Puede que el Cristo no mienta, pero a la empresa Odebrecht este gobierno le entregó el Gasoducto Sur Peruano, una obra de más de US$7,000 millones (al cual la empresa Braskem –controlada por Odebrecht– está interesada en anexar una planta petroquímica por otros US$7,000 millones).

Recordemos, además, que un aspirante a colaborador eficaz denunció un aporte de US$400,000 a la campaña nacionalista por parte de esta empresa. Cristo no miente, sin duda; ayer nos enteramos, a través de correos electrónicos, de que la relación de Marcelo Odebrecht con el gobierno aprista, específicamente con el ex presidente Alan García Pérez, viene de antaño; en sus palabras, "una larga relación de confianza".

En estas circunstancias, ayer se hizo público que la empresa Graña y Montero (GyM) ha suscrito un memorándum de acuerdo para adquirir el 20% del proyecto Gasoducto Sur Peruano, obra entregada a la empresa Odebrecht y que hoy se encuentra bajo investigación por parte de la Contraloría General.

El país se encuentra, lamentablemente, inmerso en un ambiente político cargado de denuncias de todo tipo, incluyendo aquellas de corrupción y lavado de activos. Mientras tanto, en Brasil, las revelaciones del caso Lava Jato siguen evidenciando las modalidades de esta y otras empresas brasileñas para hacer negocios en la región, y que terminan –además– salpicando a todos por donde van.

Habrá que analizar con mucho cuidado cómo Lava Jato y otras denuncias llegadas desde Brasil impactan en esta campaña electoral. Hasta hoy, son las tiendas peruposibilistas y apristas las más cuestionadas. Pero, como algunos han recordado, Odebrecht –y otras empresas brasileñas– ya operaban aquí en los noventa. Así que, en realidad, las malas prácticas salpicarían a los principales candidatos presidenciales en campaña. Por ello, no estaría de más escuchar no solo sus explicaciones, sino qué harán al respecto en un eventual gobierno.