Como parte de un estudio sobre trayectorias juveniles en Lima, un equipo del Instituto de Estudios Peruanos encargó a GfK una encuesta sobre jóvenes en Lima y Callao. Los resultados, como era de esperarse, confirman que no hay un joven limeño típico. Los jóvenes son distintos según su nivel socioeconómico, sexo y la parte de Lima en la que viven.
En donde las diferencias se reducen es en la conectividad. Los jóvenes limeños están conectados. Si bien los más acomodados se conectan más a Internet (95% lo usa intensivamente), el 74% de los jóvenes de estratos D y E declara usar la red también. Los que usan Internet entran a redes sociales, el 80% de los jóvenes más acomodados y 55% de los que no. Y de todos los que usan redes sociales (98%), sin importar nivel socioeconómico, usan Facebook.
Casi todos ya tienen un smartphone. El 69% tiene un dispositivo inteligente para comunicarse y usar Internet.
El 38% de los jóvenes ya trabaja y por ende maneja dinero propio, pero solo el 27% tiene una cuenta en el sistema financiero. La tenencia crece para los mayores de 22 años a 41%, alcanzando el promedio nacional. Enorme espacio para la inclusión financiera: jóvenes en Lima (acá nomás) con ingresos propios, conectados a la red, con smartphone y sin usar el sistema financiero. Oportunidad servida para elegir a una población fácil de atender desde el sistema financiero.
Prestemos más atención a los jóvenes en Lima y encontraremos oportunidades de integrarlos tempranamente a la formalidad y de ofrecerles servicios para que logren un futuro mejor, con mayores oportunidades.