[OPINIÓN] José Luis Gil: “¿Bukele o Milei?”

El martes el premier Alberto Otárola dijo ante los medios que “se podría evaluar aplicar en el Perú métodos de El Salvador contra la delincuencia”. Por otro lado, el presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo Vela, también dijo que “hay países que están teniendo éxito en la lucha contra la criminalidad. Un ejemplo de ellos es El Salvador. ¿Por qué no podemos tomar algo de sus experiencias para ver cómo las adaptamos a la experiencia peruana?”. Ambas expresiones de las altas autoridades revelan una necesidad (o desesperación) frente al agobiante crecimiento de la criminalidad organizada en el Perú. Esperamos que asuman la responsabilidad de lo que implican sus palabras.

En efecto, la exitosa política del presidente Bukele contra el crimen en El Salvador se debe a la política internacional del mandatario, quien ha denunciado a los organismos de derechos humanos, CIDH, la ONU y la OEA, de intentar enmendarle la plana respecto de sus estrategias para proteger a su país. Los “maras salvatruchas” y los políticos que los apañaron sometieron al pueblo salvadoreño y hoy sufren el embate inteligente y enérgico de un político decidido.

Otro factor de peso es que Bukele tiene mayoría congresal que le ha permitido tomar medidas legislativas potentes para la lucha contra la corrupción, la criminalidad y fortalecer a la policía y las fuerzas armadas, dotándoles de recursos económicos, logística y tecnología. Hoy, hay más de 50 mil “mareros” tras las rejas. Asimismo, el presidente está adoptando medidas sociales para favorecer a los jóvenes y a los ciudadanos en la búsqueda de su desarrollo, con tecnología y una campaña mediática favorable al turismo.

Otro fenómeno político que está causando polémica en la región es la aparición en Argentina de un líder de derecha, el economista Javier Milei, quien contra todo pronóstico ha pasado a liderar la preferencia gaucha. Su lenguaje procaz y confrontacional contra la izquierda le ha merecido fuertes expresiones de sus contrincantes, que de manera insultante lo motejan como “ultraderecha anarcocapitalista”.

El estilo “ochentero”, rockero, espectacular, contestatario, y con ideas claras frente a los cambios que haría en materia económica y política de ser elegido presidente, han cautivado a sus electores, pero también a muchos jóvenes en los países de la región sudamericana.

Finalmente, ¿asumirán el gobierno de la señora Dina Boluarte y el presidente del Poder Judicial medidas políticas como Bukele, o sus dichos son solo engañamuchachos efectistas para salir del paso y amagar las críticas sobre la cabalgante inseguridad ciudadana de la que sus sectores comparten responsabilidad? ¿O esperan que asome una “peluca” o una “barba” salvadora para decidir? El país no aguanta más indecisiones, funcionarios timoratos ni “políticamente correctos”. ¡Se requieren medidas radicales ya señores! ¡Atrévanse! ¡Sí se puede!