(Anthony Ramírez)
(Anthony Ramírez)

Redacción PERÚ21

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Sí se puede hacer empresa y ser responsable socialmente. José Koechlin von Stein es un ejemplo de ello. Empresario y apasionado por la naturaleza. Pionero en el ecoturismo y amante de la cultura. Fundador de la marca Inkaterra y coproductor de dos películas de Werner Herzog. Y encima, gestionó la visita de Mick Jagger al Perú en el 2011. Conozca al ganador del Oscar del turismo.

Los PURE Awards son algo así como el Oscar en la industria de viajes. Y usted lo ha ganado.Ir a PURE es muy difícil, es una selección por invitación y, encima, tienes que ser muy bueno en turismo. Se es elegido por votación, por la misma gente del turismo.

¿Se puede ser empresario y ser responsable socialmente?Definitivamente. El año pasado, cuando la COP20, se firmó el convenio de diversidad biológica. El propósito de este acuerdo es orientar la acción humana para que haga que la naturaleza cumpla una función social. En turismo, agricultura, forestal y pesquería el comportamiento del ser humano afecta la naturaleza.

¿Cómo hacer que la naturaleza sea rentable a la vez que se conserve?Así llegamos al término conservación rentable. Desde los años 70 estamos como Inkaterra trabajando en Madre de Dios, cuando la habitaban 8,000 personas, incluyendo los no contactados.

¿No le genera cierta frustración que mientras usted desarrolla el turismo responsable, por otro lado Madre de Dios se afecta por la minería ilegal?Esperemos que el Perú siga saliendo de la confusión de los últimos años. Esa confusión social y económica ha creado un embalse de expectativas sociales que demandan una acción de beneficio personal. Como no están bien estructurados los mecanismos que provee el Estado para que se acelere el proceso de incorporación de la mayor cantidad de peruanos a la satisfacción socioeconómica, entonces salen las manifestaciones ilegales.

¿Cómo hacer para acelerar ese proceso?Uno de los caminos es el turismo. Se debe entender qué cosa es el ámbito de la naturaleza. Cuando Inkaterra va a un sitio –ámbito rural– lo primero que hacemos es inventarios: qué cosa hay, interpretación de qué cosa pudo haber en términos de vida y sugerencias, orientación de trabajo a restituir,para que podamos tener lo mejor del pasado en el futuro.

¿Y también tienen que desarrollar un trabajo con la población de redescubrimiento de lo que poseen?Por supuesto. Inkaterra es una empresa de turismo. En Madre de Dios tenemos tres operaciones funcionando, en las cuales dos de los gerentes son de Madre de Dios. Uno empezó de motorista en peque peque y el otro comenzó como asistente de guía.

Cuando usted fundó Inkaterra en 1975, era quizás una idea descabellada juntar la ecología y los negocios. ¿Qué le decían?Definitivamente, meterse a Madre de Dios era inusual. Desde el principio hicimos investigación y hoy tenemos los resultados en tres libros. En uno está la descripción de las especies botánicas, que suman 1,266 plantas vasculares en una zona de Inkaterra. En otra publicación se describe la vida de anfibios y reptiles en la selva amazónica. Y el tercer texto conmemora los 20 años de investigación en orquídeas. Dentro del área urbana de Machu Picchu, en el que se ubica Inkaterra, está el mayor número de especies de orquídeas nativas en su hábitat.

Usted también ha vinculado el cine con la selva y hasta trajo al reconocido realizador alemán Werner Herzog.Lo conocí en una presentación que hizo de una sus películas en el colegio Champagnat. Sumamos esfuerzos para coproducir Aguirre: La Ira de Dios y Fitzcarraldo. Armamos un grupo tan bueno de gente que podía manejar la selva, que dijimos por qué no continuar con el grupo y por qué no hacer negocio.

Y también trajo a Mick Jagger.Sí, él vino primero en el 69. Ahí lo conocí, estuve en el grupo que se fue a Ancón. Es un hombre educado, él ha estado en London School of Economics. No es lo que su apariencia dice, de un rockero abandonado. Es un hombre estructurado, correcto. Después vino para Fitzcarraldo, y luego la última vez, en 2011, de visita familiar.

Retomando, hoy existe más conciencia ecológica, ¿no?Definitivamente. Así como el año pasado tuvimos acá la COP20 (cambio climático), también fue la COP12 (manejo de la relación del hombre con la biodiversidad) en Corea. En este caso, el tema fundamental fue qué hace el mundo organizado para orientar a que la relación del hombre con la naturaleza sea de utilidad para ambos. Entonces, nuevamente el tema de Inkaterra es cómo hacer esa conjunción. Además, tenemos nuevas variables económicas: responsabilidad social, estudios de impacto ambiental, etc. Hay objetivos: para el año 2020, cada país ribereño debe tener el 10% de su océano como reserva.

¿Perú cómo suma a esa causa?Precisamente, en Cabo Blanco estamos tratando de hacer una reserva marina. Es un nombre que para los peruanos es casi desconocido, pero que en el mundo tiene quizá unos 100 millones de seguidores, que son los pescadores aficionados. Buscamos recuperar este atractivo de la naturaleza, que sea un nuevo polo de desarrollo. El turismo te permite crear riqueza mediante los recursos ancestrales, la cultura, la biodiversidad. Los peruanos aún no estamos apreciando ser una de las cunas de la civilización.

¿Qué atractivo turístico tiene potencial para igualar o superar a Machu Picchu?Uno es el Amazonas y otro es el norte del Perú: Cabo Blanco.

¿Cuál es su pasión?Hacer.

¿Y cuánto más le falta hacer?Cien millones de personas son pescadores. Cómo no hacer de Cabo Blanco un rescate para crear empleo y riqueza. Hay una capacidad de crecimiento en el Perú rural y no le ponemos la debida atención.

AUTOFICHA

■ "Inkaterra es la única marca que tiene hoteles dentro del nuevo grupo del National Geographic. Así nos ven en el extranjero, como un producto de calidad. Harvard tiene un caso que se llama Inkaterra".

■"Inkaterra presentó una propuesta a Proinversión para tener un área del Estado como jardín botánico, y que sea centro gastronómico, de conocimiento de la biodiversidad".

■ "Se dice que en el mundo hay 104 zonas de vida, y que el Perú tiene 84. Los productos que salen de estas zonas son parte de la gastronomía, que se ha estructurado en el Perú en función de la naturaleza y cultura".

Por Mijail Palacios Yábar (mpalacios@peru21.com)

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