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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¿Qué opinas sobre el problema en Tía María?; ¿qué es eso?, fue la repuesta que me dio un niño de primero de secundaria. ¿No ves los noticieros?, repregunté. La verdad, no; solo cuando me levanto por las mañanas los escucho un poco, me dijo. ¿En tu colegio tus profesores comentan sobre lo que sucede en el país? No, fue la respuesta.

Este hecho, amigos, me preocupó. Sentí que nuestros estudiantes viven en una burbuja, que la educación no está formando ciudadanos, que el sistema educativo se preocupa solo en transmitir conocimientos sin darles una educación para la vida. Que los jóvenes están creciendo sin conciencia social, lejos del acontecer diario y fuera del mundo real. Aquel mundo que está "a la vuelta de la esquina", con frustraciones y problemas que tendrán que superar. Y que "el mundo de las burbujitas" en el que viven en sus colegios no los está preparando para resolver estos escollos. ¿Pero es solo error de los colegios? La respuesta es no, porque los padres también tienen la responsabilidad de despertar en su familia la preocupación por lo que sucede en el país.

Nos quejamos de que los jóvenes no muestren interés por la política sin pensar que el sistema educativo, que incluye a la familia, es en alto grado responsable de no estar generando en la juventud la conciencia necesaria que todo buen ciudadano debe tener de la realidad nacional.

Quizá esa es la respuesta a la interrogante que nos planteamos cuando vemos que los jóvenes no conocen los nombres de los ministros de Estado, de los congresistas o de nuestros héroes.

Los conocimientos científicos son necesarios como también el hecho de ir preparando a los jóvenes para la vida que les espera al salir de la educación secundaria.

Una vez a la semana, en la casa y en el colegio, los padres y profesores deberían conversar con los jóvenes sobre lo que sucede en el país. Deben tener en cuenta que los jóvenes estarán más tiempo de sus vidas fuera de esas cuatro paredes llamadas colegio, y que les espera "el mundo real" por el resto de sus días.

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