José Cevasco: Don Roger y mi bola

Fecha Actualización

22/08/2019 - 20:11

e vez en cuando, un toque de puerta característico anunciaba la llegada a mi oficina, en el Congreso, de don Roger Cáceres Velásquez, quien siempre fue y es un referente autorizado para entender la historia de nuestro Congreso. Fue elegido por primera vez diputado en 1956 y reelegido varias veces, totalizando cerca de 33 años de labor legislativa –récord en el medio regional– llamándolo por ello el Decano Parlamentario del Perú y América Latina.

Don Roger me "bautizó" el primer día que empecé a trabajar en el Senado de la República. Esto ocurrió la noche del 3 de agosto de 1980, cuando siendo ujier en el hemiciclo, me pidió que le llevara a su escaño el diario El Comercio de ese día; yo aún no conocía al detalle las instalaciones del Congreso y me costó encontrar la ubicación de la biblioteca, por lo que demoré mucho en alcanzarle lo solicitado. Cuando lo hice, me dio un grito de "padre y muy señor mío" y me dijo hasta de qué me iba a morir, generando en mí un tremendo susto y por qué no decirlo, lágrimas.

Con los años –finalizando la década de los 90– vaticinó que yo algún día iba a ser oficial mayor del Congreso. El tiempo le dio la razón. Las visitas que hacía a mi oficina eran muy entretenidas, y casi siempre en medio de la conversación o iniciándose esta, me preguntaba: "señor Cevasco, ¿qué dice su bola?". La pregunta estaba relacionada con lo que podía ver en el futuro inmediato, ya que el puesto de oficial mayor da la oportunidad de conversar con parlamentarios de diversas bancadas, dándome amplia visión política y, desde luego, una lectura de lo que podría ocurrir.

Mis respuestas, sin traicionar la confianza informativa del resto de legisladores, le proporcionaban a él ciertas luces. Después de algunos días, regresaba a mi oficina y casi siempre me decía: "Su bola tenía razón", generando en mí satisfacción y carcajadas.

Yo les pregunto: ¿qué ven en vuestra bola para el Perú en el 2016? Espero que el futuro nos sonría por la madurez de nuestras decisiones. Feliz Año Nuevo.

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