En un reciente estudio de Ipsos Perú, el 60% de los encuestados, en Lima Metropolitana y Callao, opinó que la internacionalización es muy importante en la educación técnica, seguido de un 32% que le parecía importante. ¿Es realmente una necesidad en este nivel de estudios? Y, finalmente ¿es viable?
Hace algunas semanas, firmamos un convenio con una empresa reconocida de consultoría, buscando promover la empleabilidad de nuestros estudiantes. El representante, quien además lidera el área de Gestión del Desarrollo Humano, nos contó las complicaciones que tenían para contratar personal. Le consulté cuál era el talón de Aquiles de la mayoría de postulantes y señaló que no se trataba de aptitudes sino de actitud y de otras habilidades blandas.
En el Perú, según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, el 25.4% de la demanda ocupacional del mercado laboral requiere específicamente egresados de educación técnica, sin embargo, el déficit de profesionales técnicos con competencias de liderazgo y trabajo en equipo dificulta completar las necesidades de las empresas.
Conociendo que este es uno de los puntos más débiles, impera la necesidad de apostar por el refuerzo de aptitudes personales y sociales más allá de las mallas académicas. Los institutos y escuelas de educación superior desarrollan habilidades como contribución en equipo, adaptabilidad, entre otras capacidades, pero se necesitan experiencias que complementen la teoría.
A nivel de empleabilidad, estas instituciones educativas desarrollan diversas actividades y visitas a empresas, así como programas de prácticas, pero si queremos ir un paso más allá, la internacionalización puede ser un diferencial significativo para potenciar el liderazgo en los jóvenes.
Entonces, volvemos a la pregunta: ¿Es viable? Muchos de nuestros estudiantes mantienen una familia y paralelamente trabajan, pero eso no impide que inviertan en experiencias significativas. En ese marco, lo que determina el éxito de la propuesta es el tiempo e inversión del viaje. Un modelo de intercambio puede suponer una inversión impensable, pero una misión académica de una semana en la que se aprovecha cada segundo del día es una opción más interesante en este segmento.
Desde nuestra experiencia, hemos generado que nuestros estudiantes de Zegel e IDAT participen de misiones académicas, la más reciente en Panamá. Durante el viaje, tuvieron la posibilidad de visitar importantes empresas transnacionales, además de participar de actividades de networking junto a alumnos del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE) y Universidad del Istmo, este último socio estratégico a través de RedTec-Latam. Esta asociación la fundamos justamente con el objetivo de crear proyectos de internacionalización con institutos de otros países de la región. Y funciona.
En definitiva, generar alianzas internacionales en la categoría es sumamente importante, pero la clave está en aprovechar de forma creativa la apertura de estas puertas para formar mejores profesionales técnicos y finalmente, transformar sus vidas a través de mayor empleabilidad.
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