Inteligencia operativa policial: El desafío pospandemia (Foto: PNP)
Inteligencia operativa policial: El desafío pospandemia (Foto: PNP)

Al inicio de la cuarentena –16 de marzo–, los ciudadanos tomaron con sorpresa, y cierta satisfacción, la reducción de la criminalidad, que, como dijeron luego los especialistas, era solo momentánea. En el día 72 de cuarentena, podemos apreciar que los delitos de alto impacto –robos y asaltos, entre otros–, además del pernicioso y masivo delito menor (crimen callejero), se han incrementado exponencialmente, hecho que obliga a replantear las estrategias para combatirlos.

Lo avanzado hasta hoy tiene que ver con la evolución de la que en los 80 era básicamente un ente de recolección de información que, bajo otros procedimientos, terminaba tardíamente, la mayoría de veces, en manos de los investigadores.

Con el inicio de la era de la Inteligencia Operativa Policial, en 1990 (investigación más inteligencia; el complemento perfecto), los éxitos no se hicieron esperar. Este aprendizaje se ha extendido hasta hoy, que contamos con organismos de inteligencia policial más sofisticados y con alto nivel de confiabilidad, con cero fugas de información y corrupción en la ejecución de sus operaciones. Todo un éxito.

Si bien la evolución ha sido buena y fructífera, resulta insuficiente para los desafíos en seguridad que nos plantea el corto y mediano plazo, si se tiene en cuenta las elevadas estadísticas del crimen menor y los pronósticos desalentadores de la ola delincuencial que se avecina y que amenaza a una ciudadanía emocionalmente exhausta por el Promover una estrategia basada en el uso de la Inteligencia Policial Operativa contra los crímenes de alta intensidad o delitos menores en el pazo inmediato debe ser ahora el principal objetivo operativo del sector Interior y de la PNP.

Sin perjuicio de fortalecer la estrategia que garantice la salud de los efectivos policiales afectados por la pandemia, y no ceder un milímetro en la lucha contra la corrupción, planteamos el incremento del presupuesto para Inteligencia Operativa Policial con S/100 millones adicionales al año, destinados a la lucha contra el crimen menor, y que la estrategia no se detenga por ninguna razón. La fortaleza en esta materia son los valerosos, inteligentes y hábiles investigadores del ayer, que forman a los buenos investigadores de las nuevas generaciones.

Esta es una oportunidad histórica para trabajar en beneficio directo del ciudadano, estudiante, trabajador o ama de casa. El pueblo lo agradecerá.