El imposible paso por la jungla

El tránsito en nuestra capital ha colapsado.
notitle

Juan José Garrido,La opinión del directorEl tránsito en nuestra capital ha colapsado. Las principales arterias se saturan recurrentemente, fuera de horas "pico", y en distintos distritos simultáneamente. Y, si nos guiamos por el ritmo en el que avanzan las soluciones, nada pareciera apuntar a que ello aminorará en el mediano plazo.

La crisis no es el resultado de alguna gestión en particular; el problema desborda las soluciones convencionales. La actual gestión de la alcaldesa Villarán ciertamente no ha hecho mucho por solucionarla, pero ya la crisis estaba a la vuelta de la esquina.

Nuestra capital ha colapsado, y diera la impresión que el punto de inflexión ocurrió en algún momento del 2013. La congestión vehicular observada hace unos meses, cuando la Vía Expresa y Javier Prado sucumbieron simultáneamente por varias horas, es un símbolo inequívoco. Estos días de fiesta sólo hacen más visible aquella realidad.

Los problemas son múltiples. Los que podemos identificar, rápidamente, son cuatro: la capacidad de las arterias, el parque automotor, la ausencia de reglas e instituciones, y la cultura de los conductores.

Nuestras avenidas y calles son angostas, ajustadas entre casas y edificios que impiden el ensanchamiento de las mismas. Así las cosas, las soluciones tendrán que identificarse vía subterráneos, mejoras en las líneas de transporte público, etc. Este problema se agrava por la falta de estacionamientos, lo cual significa que las calles y avenidas son usadas para tal fin, limitando aún más el tránsito.

Por otro lado, está el parque automotor. De casi un millón de vehículos en el 2008, hoy –según nuestros cálculos– bordeamos los dos millones y medio, sin considerar el número de combis.

Finalmente, están las reglas, la ejecución de las mismas y la cultura de los conductores y peatones. No hay mucho que decir que ya no sepamos. Vistas así las cosas, se requieren soluciones más avezadas que parchados de pistas o la adición de buses en el Metropolitano para seguir sobreviviendo en esta jungla de cemento.

Tags Relacionados:

Más en Opinión

[OPINIÓN] Aldo Mariáteguí: “¡Cuidado con ‘Malita’ Barreto!”

[OPINIÓN] Richard Arce: “Mandando al diablo el grado de inversión del Perú”

(OPINIÓN) Felipe Quelopana: «Cenaida Uribe, la líder que necesitaba Alianza Lima»

[OPINIÓN] Felipe Morris: Cómo destruir la economía del país gota a gota

Perdiendo piso

[OPINIÓN] Andrés Romaña: “Potabilizando a Antauro”

Siguiente artículo