/getHTML/media/1239666
Eduardo Pérez Rocha: "Que la Policía diga la verdad, Vladimir Cerrón se fue del país"
/getHTML/media/1239537
José Baella sobre caso Vladimir Cerrón: "Se debería investigar la contradicción de la Policía"
/getHTML/media/1239536
Fuad Khoury: "No es el momento para invertir en aviones de guerra"
/getHTML/media/1239269
Impulsared: el programa que promueve el desarrollo a través del emprendimiento
/getHTML/media/1239371
Romy Chang sobre 'Chibolín': "La caución asegura la permanencia de Elizabeth Peralta"
/getHTML/media/1239361
José Carlos Mejía, abogado de agente 'Culebra' habla sobre supuesto atentado: "Han sido dos extraños incidentes"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239252
Adrián Simons: "Tipificar terrorismo urbano no soluciona nada"
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
/getHTML/media/1239126
Gobierno de Dina Boluarte sin rumbo ante criminalidad | La Voz del 21
/getHTML/media/1239123
Víctor García Toma: "El JNE debió anular la inscripción de A.N.T.A.U.R.O"
/getHTML/media/1239120
Mariano González: "Este gobierno-Dina Boluarte- representa más al crimen que a los peruanos"
/getHTML/media/1239127
Malena Morales de Alicorp y su compromiso con los emprendedores peruanos en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
PUBLICIDAD

“He missed the point”

Imagen
Fecha Actualización
La semana pasada señalé que votaría en blanco en primera vuelta. Varios discreparon. Por ejemplo, en este mismo diario, Javier Alonso de Belaunde (“La quimera del voto blanco y viciado”, 24/3/21) me criticó preguntándose si tenía sentido una campaña por el voto en blanco.
Dijo que era un sueño inalcanzable que hubiera suficientes votos en blanco o viciados para declarar la nulidad de las elecciones por los porcentajes que eran necesarios, que sería una protesta débil pues el mensaje de los votantes no llegaría y que saldría el tiro por la culata porque beneficiaría a los partidos que se quiere castigar.
Lo interesante es que nunca he emprendido una campaña para que se anule la elección o para que se castigue a unos partidos sobre otros. Javier (y muchos otros) ven en mi voluntad de votar en blanco un plan contradictorio destinado al fracaso.
Lamento desilusionarlos. Ese plan no existe. Basta leer lo que escribí. Mi propósito es menos ambicioso, pero, en mi opinión personal, más relevante.
En el mundo actual, en el que tendemos a ver todo en dimensión colectiva, olvidamos la verdadera naturaleza de nuestros derechos. El voto no es un derecho colectivo. Es un derecho individual. Votar es hacerle caso a lo que uno piensa y no a lo que los demás quieren que pienses. Hay que entender el voto como la expresión limitada pero completa de nuestro poder propio: aquel que depende de actuar según nuestra conciencia.
El voto puede tener un impacto colectivo. Pero eso no significa que sea expresión de un derecho del rebaño, que se desperdicia si uno no desea pensar como los demás.
No es el único caso en que hemos perdido esa perspectiva. Hoy solemos pensar que la libertad de expresión es un derecho colectivo porque si no te expresas de la manera políticamente correcta, según los demás, estás ejerciendo mal tu derecho. Uno, al expresarse, puede o no seguir la opinión de los demás, pero ello no significa que hablar contra lo que piensa la mayoría sea una quimera. Y tampoco lo es quedarse callado si creo que es la mejor manera de expresarme.
Lo malo de quienes tienen una visión colectiva de los derechos individuales es que se comportan como quien solo tiene un martillo: cree que todos los problemas son un clavo.
El problema de Javier queda resumido cuando dice, en tono de crítica, que “el provecho del voto en blanco o viciado quedaría en un fuero muy personal”.  Ese es el punto que está perdiendo. El pensar que el “fuero personal” es algo muy secundario. El voto nace y se ejerce en nuestra conciencia. Lo demás (votar como estrategia colectiva), aunque legítimo, no es lo que pienso hacer. Mi conciencia no me permite votar por ineptos, corruptos, mentirosos o populacheros. Que ello no alcance para anular una elección o para castigar a los pésimos más que a los muy malos no es relevante. Mi intención es que, al ejercer esa pequeña fracción de la voluntad popular que me entrega la Constitución, y que no me alcanza por sí sola para cambiar nada, pueda al menos dormir tranquilo.
¿Poca esperanza en el futuro? Lo dudo. La desesperanza en un presente lamentable es el primer paso para crear esperanza en el futuro. Lo demás es conformismo colectivo con la mediocridad.
TAGS RELACIONADOS
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD