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[Opinión] Richard Arce: Nuevos vientos en Colombia
Anoche cuando escribía esta columna, la noticia en nuestro continente era el triunfo de Gustavo Petro como presidente de Colombia, ganando en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Fue un hito histórico, por el posicionamiento que han tenido los partidos de derecha durante las últimas décadas.
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Anoche cuando escribía esta columna, la noticia en nuestro continente era el triunfo de Gustavo Petro como presidente de Colombia, ganando en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Fue un hito histórico, por el posicionamiento que han tenido los partidos de derecha durante las últimas décadas.
Y es importante resaltarlo, porque cuando en Colombia se tuvo propuestas de gobiernos progresistas, los candidatos terminaron asesinados, ahí está Eliécer Gaitán en 1948 y Carlos Galán en 1989. Se desencadenaron acciones de violencia, hasta la irrupción de guerrillas que sangraron al país cafetero.
Por eso el valor de este triunfo electoral después de una primera vuelta donde Petro obtuvo más del 40% de votos, algo que evidentemente lo ponía como primera opción para erigirse como el próximo presidente de Colombia.
Colombia ha vivido y vive un problema serio que desangra el país con las guerrillas y las mafias del narcotráfico, que junto con las acciones de paramilitares han cometido los crímenes más atroces. La intención y el acuerdo de paz en La Habana con las FARC con todos sus bemoles fue una muestra de la necesidad de buscar la paz.
Por eso es necesario resaltar el triunfo de Gustavo Petro, un exguerrillero del M-19 que depuso las armas y logró un acuerdo de paz en los años noventa. Ahora tendrá la responsabilidad de garantizar los acuerdos de paz y una lucha firme contra el narcotráfico.
Definitivamente, este resultado reconfigura el mapa político de Latinoamérica porque ya no es solo Chile, Perú, Argentina y Bolivia, sino también Colombia, que tienen un gobierno de izquierda al que le deseamos éxito pensando en nuestra patria grande.
No hablo de Venezuela ni de Nicaragua porque en esos países no hay democracia, son dictaduras que violentan los derechos humanos. Lo del Perú, es un paréntesis aparte, porque no creo que sean de izquierda, son más aventureros políticos capaces de aliarse con lo más rancio de la extrema derecha para ir con las contrarreformas.
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