Tras la trágica muerte del actor Paul Walker en un accidente automovilístico, los bienes del protagonista de la saga Rápidos y furiosos, valorados en más de US$40 millones, están en disputa por sus familiares y hasta por sus exparejas.
Según la revista Star, tanto los padres del actor como Rebecca McBrain madre de su hija Meadow, de 15 años y Jasmine Pilchard-Gosnell la última novia de Paul, habrían iniciado una guerra legal con el fin de quedarse con parte del dinero del fallecido Walker.
Los padres de Paul no están de acuerdo en que su exnuera Rebecca posea los millones de su hijo, y aseguran que son ellos quienes deben administrar tal fortuna.
Además, Meadow, la hija del actor, también se ha convertido en tema de discusión, pues no se ponen de acuerdo sobre quién debe tener la custodia de la menor hasta que cumpla la mayoría de edad.
Pero no solo la familia de la estrella de Hollywood está en pie de guerra, también sus fanáticos quienes quieren cambiar el nombre de la calle donde murió Paul para llamarla 'Walker Rodas Memorial Parkway'. Sin embargo, los vecinos de la localidad de Santa Clarita, en Los Ángeles, se oponen porque consideran que Walker no hizo nada por esa comunidad.