"Quien más puede afectar tu vida es tu pareja. Si te casas, es probable que con quien más tiempo compartas, más incluso que con tus padres o con tus hijos, sea con tu pareja". (FOTO: GEC)
"Quien más puede afectar tu vida es tu pareja. Si te casas, es probable que con quien más tiempo compartas, más incluso que con tus padres o con tus hijos, sea con tu pareja". (FOTO: GEC)

El estudio más largo sobre la felicidad humana lo viene realizando la Universidad de Harvard, hace 86 años. Un estudio riguroso, que incluye médicos de todas las especialidades de la salud física y mental.

Busca, de manera empírica, en las distintas regiones del planeta, los factores que más inciden en la felicidad, salud y longevidad. Asimismo, también se estudian los factores que más se correlacionan con la enfermedad y la desdicha.

Esta investigación profunda y amplia sobre el desarrollo evolutivo (desde la niñez hasta la adultez mayor) fue realizada, además, en personas de todo nivel socioeconómico, de diferentes culturas, niveles educativos e intelectuales.

El resultado es uno: las buenas relaciones interpersonales nos mantienen más sanos y felices. Las conexiones sociales nos hacen mucho bien. La soledad mata.

Ahora bien, no estamos hablando de cualquier tipo de relación, porque el estudio también confirma que las relaciones tóxicas inciden con la misma fuerza en la enfermedad y en la tristeza. En este sentido, podríamos decir que se sigue validando el refrán “más vale solo que mal acompañado”.

El reto está en que parece que más vale bien acompañado que solo. Las relaciones cercanas, profundas, auténticas, parecen ser el verdadero secreto, la verdadera clave.

Pero las relaciones no son fáciles, son complicadas, complejas. Requieren esfuerzo y dedicación. Trabajo constante, habilidad, empatía, inteligencia emocional.

Luego de ver este estudio por tercera vez –me gusta mucho–, pensé en un asunto adicional. Algunas relaciones, como las familiares, no las elegimos, nos toca hacer lo mejor posible de ellas, pero las relaciones de amistad, y sobre todo las de pareja, sí dependen un poco más de nosotros (cuando hay autoconocimiento).

Si los resultados de este estudio son acertados –estoy seguro de que sí–, eso implica que quien más puede afectar tu vida es tu pareja. Si te casas, es probable que con quien más tiempo compartas, más incluso que con tus padres o con tus hijos, sea con tu pareja.

Las relaciones siempre se pueden trabajar y cultivar, pero habría que escoger, en la medida de lo posible, a una persona noble, generosa, alegre y amorosa.