Gigantes de barro

Luego del segundo debate entre los candidatos a la Alcaldía de Lima, los antiguos favoritos, como Ricardo Belmont y Renzo Reggiardo, vieron variar estrepitosamente sus posiciones en las encuestas –las últimas que podían publicarse de acuerdo a la ley– mientras que, cuando todos lo daban por eliminado, Jorge Muñoz despertó y logró mejores ubicaciones faltando una semana para la votación.

Durante meses, toda la capital y muchas provincias del país han estado empapeladas y con carteles publicitarios de candidatos. Una de las cosas que más llama la atención, a pesar de que ya deberíamos de estar acostumbrados, es que hay candidatos que parece que desconocieran la Constitución y las leyes, puesto que proponen medidas que una autoridad municipal no puede realizar, como controlar la inmigración o sacar a las Fuerzas Armadas a las calles.

Aquellos, lejos de causar el rechazo de la población, ocasionaron una simpatía que se reflejó en los sondeos. Sin embargo, hubo dos puntos de inflexión que lograron la caída de candidatos como Belmont o Reggiardo. En primer lugar, la aprobación de la cuestión de confianza a Villanueva. Esto fue un tema que mantuvo la atención de la prensa y los ciudadanos durante meses, dejando de lado la campaña municipal. Y, una vez aprobada la medida, la población empezó a enfocarse en los candidatos y preocuparse por las propuestas de los punteros en los sondeos.

En segundo lugar, los debates. Aquellos eventos fueron esenciales para la performance de pequeños como Muñoz y gigantes como Reggiardo. Seguramente Beingolea, luego del debate del domingo, escalará también.
En conclusión, Belmont y Reggiardo estaban mejor ubicados en las encuestas no porque la gente aprobara sus propuestas, sino porque las desconocía totalmente. Faltan cinco días para la elección y, antes de votar, escuchemos el consejo del ‘Tigre’ Gareca: “Pensá”.