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Generosos con el dinero de otros

Cuando los gobernantes pierden el sentido de la realidad, empiezan a actuar como si el país fuera una chacra y ellos los propietarios.

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Fecha Actualización
Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

No se puede explicar de otra manera el que un proyecto que es de sumo interés del mandatario, como el gasoducto del sur, tenga que ser financiado incrementando el costo de la electricidad para todos los peruanos.

Más aún, cuando el proyecto original fue presentado, se dijo que era rentable siempre que se despejara la incógnita sobre las reservas de gas al no tener el abastecimiento asegurado, lo cual ya habría sido solucionado con el hallazgo que Petrobras ha realizado. Incluso, inicialmente se tenía previsto que ese gasoducto estuviera operativo a mediados de este año.

Sin embargo, desde que asumió el actual gobierno se ha cambiado el esquema constantemente para, finalmente, dejarlo completamente de lado e iniciar de cero un nuevo proyecto. En el camino, el monto estimado de la inversión se ha doblado.

Además, parecen obsesionados con que Petroperú participe en el accionariado y lo más dramático del caso es que, luego de todas las vueltas que han dado, ahora resulta que, para ser viable, el nuevo proyecto requiere ser subsidiado. Para lo cual están considerando aumentar entre 6 y 10 por ciento las tarifas eléctricas que todos los consumidores pagamos. El asunto no solo nos ha mareado sino que va camino a ser un escándalo.

En realidad, si el gasoducto del sur no es rentable y requiere un subsidio para poder materializarse, entonces que sea a través de transferencias directas del Tesoro como parte de la inversión pública en las zonas y distritos beneficiados, con mecanismos para que los operadores que ganen el concurso devuelvan el aporte en un plazo determinado. Pero el distorsionar el mercado y afectar la economía familiar de todos los ciudadanos, únicamente para hacer más atractivo ese proyecto, es totalmente desproporcionado.