Carlos Tapia,Opina.21ctapia@peru21.com
Faltan 100 días para que se realice el primer encuentro nacional del Frente Amplio (FA). La agenda contempla la aprobación de la Dirección Provisional, los proyectos de estatutos y el Programa. Se dejan atrás las ideologías, unas solo son membretes y otras dividen. El Congreso Fundacional se realizará en el segundo semestre del 2014.
Se avanza lento, pero seguro. Sabiendo de las debilidades existentes pero también de las potencialidades que cobija el proyecto unitario. Continúan las desconfianzas de viejo cuño aunque el camino del debate y la unidad ya está trazado. Para unos la identidad izquierdista debe teñir todo el proceso, para otros el "progresismo" y también su carácter patriótico. Se discute una posterior alianza electoral con el centro político. Pero, para todos, las experiencias unitarias en Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador, señalan el camino transformador de los países de la región. Solo un máximo de 40% de los miembros promotores del FA podrán ser ocupados por los partidos. En el congreso fundacional no habrá cupos ni cuoteo. Renace la ilusión, es hora de organizarla.
La violencia política termina favoreciendo a los de arriba. Se reconoce a la democracia como el único sistema político que garantiza la legitimidad de un gran proyecto transformador. Pero se combatirá la democracia que ampara a los sinvergüenzas y corruptos. Los cimientos del FA están diseñados para soportar los embates de los poderosos de siempre. Con la ayuda de la fundación alemana Friedrich Ebert ya se inició el ciclo de 10 reuniones de discusión programática. La primera, respecto de la minería –tema candente– ya se realizó. El FA no es antiminero, pero sí exige una nueva minería respetuosa del ambiente y de los derechos de las poblaciones. La lucha contra la minería ilegal debe ser inflexible. ¿Qué les parece?