Francisco Cairo: Todos contra Neymar

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Con Dunga ha dejado el tinte amarillo, pero las bicicletas se mantienen en su repertorio de trucos. Llega a la Copa América con el pecho inflado por el título de la Champions y ya derribó los últimos focos de la resistencia enemiga con un juego que seduce por su alquimia de eficacia y magia. Nadie duda hoy que Neymar es un crack de marca mayor: hace goles, se asocia, es indescifrable en el uno contra uno y tiene el aguijón listo para atacar los espacios vacíos y encontrar al oponente con los pantalones abajo.

Solo Messi y Cristiano están por encima del atacante que factura 36 millones de euros por temporada y tiene su propia línea de ropa. El chico nacido en Mogi das Cruzes sonríe siempre, pero juega en serio. En el Mundial demostró que está preparado para liderar al 'Scratch' también en lo anímico. Por eso Dunga le entregó la capitanía, además de una advertencia: "Yo no habría permitido que se tiñera el pelo durante la concentración del Mundial. O lo hace antes o lo hace después", disparó ni bien asumió el cargo.

Rapado a los costados, el pelo engominado en el centro, Neymar arriba a Temuco con nuevo look y la artillería pesada. El de mañana será su primer partido oficial contra Perú. Hace cuatro años, en el Sudamericano Sub 20 de Arequipa, salió campeón, goleador y figura de un torneo en el que la bicolor se despidió en primera ronda. No le tocó enfrentarse a Carlos Ascues, entonces back central del equipo nacional y quien ahora promete aplicar una forma peculiar de la asfixia sobre el escurridizo atacante.

Corría el 2009 cuando Vanderley Luxemburgo lo calificó de "filete de mariposa" y dijo que su debut en Santos había sido apresurado. "Debe pasar más tiempo en la base", dijo como si lanzara una blasfemia. No tuvo tiempo de retractarse porque duró poco en el 'Peixe'. Los técnicos, aun los mejores, a veces nadan a contracorriente. Ascues puede ser un ejemplo de ello: anotó cinco goles y fue el mejor de la era Bengoechea jugando como volante, pero Gareca lo prefiere de central. Con Neymar va a necesitar mucho más que impedir bicicletas.