(Foto: Lino Chipana / GEC)
(Foto: Lino Chipana / GEC)

Algunos descartan a Forsyth por una supuesta falta de experiencia. Según la política tradicional, un exjugador de fútbol no tiene el perfil adecuado, pero el mundo ha cambiado. Últimamente han surgido políticos jóvenes y no convencionales. Veamos de quiénes se podría inspirar Forsyth.

Trudeau estrenó a la clase actual de jóvenes en 2015. Ganó las elecciones a los 43, pero se le percibió como un líder más joven de lo que era, por su aparente resistencia al envejecimiento y medias coloridas. Lo criticaron por falta de experiencia, especialmente comparado a sus contrincantes (dos políticos veteranos). Sin embargo, ganó, y fue reelegido, aunque menos cómodamente después de algunos errores en su primer mandato.

La neozelandesa Jacinda Ardern se convirtió en la jefa de gobierno mujer más joven del mundo a los 37 años, y ahora es alabada por su gestión del COVID. Similarmente, en Finlandia encontramos a la primera ministra Sanna Marin (35). La política de orígenes humildes lidera un gobierno de coalición exclusivamente femenino.

Luego está Sebastian Kurz, el canciller austriaco de 34 años. El líder de centroderecha no es celebrado por la prensa internacional como sus colegas progresistas, pero tiene una trayectoria impresionante. Fue ministro de Relaciones Exteriores a los 27 años, y siete años después, ha ganado dos elecciones nacionales. En Liberia, el exfutbolista George Weah (54) es presidente, así como lo es Nayib Bukele (39) en El Salvador.

A pesar de no ser un gran orador o responder a preguntas con la astucia de Alan García, Forsyth no puede ser descartado. Finalmente, lidera las encuestas hace meses. Quizás resistirá, y será otra sorpresa juvenil en la política mundial.