Ferrocarril Central
Ferrocarril Central

El Ferrocarril del Centro sufrió un accidente hace unos días cuando un auto se pasó la luz roja y lo embistió, causando daños materiales y una gran congestión de vehículos detenidos por más de una hora en la Av. Faucett.

Más allá de que la culpa fue del auto y no del ferrocarril, este accidente me hizo pensar en lo mal aprovechadas que están las vías del Ferrocarril Central (FC) y que no se está viendo a este espacio como una oportunidad para agilizar el transporte de carga hasta el puerto del Callao.

Esta vía férrea fue concesionada a finales de los 90 bajo la única y sencilla obligación contractual de mantener estándares mínimos de seguridad.

En el caso de las líneas 1 y 2 del Metro de Lima, la inversión es más de US$6,000 millones, lo que equivale a un 39% del total de la inversión de las concesiones de transporte incluyendo el aéreo, terrestre y marítimo. En el caso de la concesión del FC, no hay un monto de inversión mínimo exigido.

Hoy las cosas han cambiado, nuestra economía se ha fortalecido y este tren no puede dejar de ser visto como una opción, ni para el Estado ni para el privado, para trasladar la carga que hoy congestiona la Carretera Central. Se necesita hacer una renegociación para que se pueda aprovechar al máximo la potencialidad de la vía y trasladar productos más eficientemente.

Es evidente que la regulación en la infraestructura de transporte debe asegurar la calidad del servicio y la viabilidad financiera para que sea atractivo para el sector privado, pero esto no significa que debamos mantener obligaciones contractuales con enfoque de antaño. Ya no estamos en los 90. Se acabó el recreo, ¿no?