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Fernando Cáceres: El contribuyente es el culpable

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Hay algunas áreas donde se está creando consenso sobre la necesidad de introducir reformas de gestión pública. Una de estas son las prácticas de la Sunat. En otras ocasiones he hablado de problemas con las notificaciones, sanciones, oportunidad de los pagos, etc. Hoy comentaré los defectos de la fiscalización que se ejecuta a partir del pago de las detracciones.

Muchas empresas reciben con frecuencia comunicaciones de la Sunat que indican haber hallado "inconsistencias entre las ventas o ingresos declarados y los proyectados con base en los depósitos en la cuenta de detracciones". El origen del problema serían tres errores de los clientes, al momento de pagar las detracciones. El primero es un error en la fecha. El cliente indica que la detracción corresponde a enero, cuando la factura corresponde a diciembre. Sunat asume que el contribuyente obtuvo un ingreso no declarado en enero, cuando tal ingreso nunca existió. El segundo es un error en el porcentaje de la detracción. El cliente calcula la detracción con el porcentaje incorrecto, y Sunat nuevamente deduce que hay ingresos no declarados. El tercero es un error en el código de la detracción. El cliente debió utilizar el código X (10%), pero utilizó el código Y (5%). Y una vez más, Sunat deduce que hay un nuevo ingreso, que el contribuyente no ha querido declarar.

El mayor problema es que el fisco no explica a los contribuyentes cómo llega a la conclusión de que hay ingresos no declarados (probablemente porque simplemente asume la mala fe del contribuyente). La consecuencia es que para, hacer los descargos y evitar que el fisco use los fondos de la cuenta de detracción, el contribuyente debe armar un inmenso expediente con todas las facturas y detracciones del mes que sirva para probar que no es "culpable". El mundo al revés.

Atención, señores candidatos, aquí hay otro ejemplo de una reforma sencilla, justa, y que podría aliviar el día a día de los contribuyentes.