¿Volvió Montesinos?

A partir de Odebrecht, ser corrupto era más fácil y daba menos miedo que declarar ingresos ante la Sunat. ¿Y qué pasa cuando el camino A es más difícil que el B y los dos llevan al mismo sitio, es decir, al éxito traducido en dinero? Desde los vladivideos, no teníamos a tanto corrupto junto saltón y expuesto a la vez.

Jorge Barata era una suerte de celebridad entre el empresariado nacional y, hasta antes de 2014, todos se querían tomar una foto con él. ¿Quiere eso decir que todos los que hicieron negocios con Odebrecht son corruptos? No. ¿Quiere decir que hay que preguntar a todos ellos sobre su relación con Odebrecht? Al menos a los que hicieron negocios con ellos para el Estado.

Por eso llama la atención que la comisión Lava Jato, presidida por la congresista fujimorista Rosa Bartra (prolija e incisiva cuando el interrogado no es Keiko), decidiera “invitar” a Nancy Lange, esposa de PPK. Yeni Vilcatoma hizo el pedido y este fue recogido por Víctor Andrés García Belaunde para darle curso. No es nuevo que el fujimorismo use a terceros para lanzar iniciativas que después apoyarán en pleno. ¿Se acuerdan de la autoría mediata?

Es interesante que llamen a Lange porque fue accionista de un fondo creado en 1994 que registraba la misma dirección que una compañía que asesoró a Odebrecht 11 años después, en 2005. Interesante porque, teniéndolo cerquita, no invitan a José Chlimper, director de Graña y Montero entre 2006 y 2015 y, en algún momento, presidente del comité de auditoría de la empresa.

PPK dice que no y entonces llaman a su esposa. Canalladas de ese calibre tampoco son nuevas, eran comunes en los 90 y llevaban la marca de Montesinos por todas partes.