Keiko, ¿para el pueblo?

“Defenderemos los intereses del pueblo contra los lobbies y el poder de las grandes empresas”, dijo Keiko el día en que finalmente se animó a reconocer que perdió las elecciones. ¿Ha cumplido esa promesa?

La iniciativa de su banKada para exonerar del pago de IGV y aranceles a las aerolíneas le va a costar cientos de millones de dólares en ingresos al Estado cada año y no se trata de un sector muy “popular”.

También está en camino la norma sobre el etiquetado de los alimentos procesados que no busca beneficiar a Juan Pueblo, sino a las empresas que los producen. Gracias al lobby feroz de la Sociedad Nacional de Industrias, que, como las aerolíneas, tan del pueblo no son.

Cada sol que se deja de pagar al Estado por exoneraciones es un sol que no va a salud, ni a educación ni a seguridad, así que estas leyes son proempresa y antipueblo. Y mientras nos distraen con iniciativas irresponsables, populistas y ridículas (pena de muerte) y debates anodinos (día de las iglesias evangélicas), vienen más de esas.

Los ingresos tributarios del Estado no alcanzan. Por eso el Gobierno ya bajó sus estimados de reducción de la pobreza y de desnutrición y mortalidad infantil, así como los presupuestos para los programas sociales.

Cada año, el Estado deja de percibir 55 mil millones de soles por evasión y elusión. No vimos a ningún congresista comprarse ese pleito.

El fujimorismo les regala la plata de las cunas a algunas de las empresas más grandes y ricas del país y les cierra la puerta a los movimientos políticos que surjan en las provincias y distritos mientras dice que representa los intereses el pueblo. Amigo fujimorista, ¿les vas a seguir creyendo?