Estado crítico

Hace unas semanas, en este mismo espacio, fustigamos la clamorosa ineficiencia a la que estaba llegando el Estado, en manos de un gobierno incapaz.

Una ineptitud generalizada en las dependencias públicas, casi convertida ya en doctrina, que se traduce en problemas concretos para el país como el caso de Migraciones y los pasaportes; la desidia de Corpac, que bloqueó el turismo a Arequipa durante un fin de semana; la incompetencia de Essalud, que dejó sin medicina a sus pacientes con cáncer; o el escandaloso hecho de que hasta hoy no pueda concretarse la compra estatal de fertilizantes para salvar a la agricultura.

Los problemas, sin embargo, se han agravado en algunos aspectos y han surgido otros que también golpean el bienestar del ciudadano de a pie.

Hace ya una semana que expertos y agricultores del valle arequipeño de Vítor alertaron de un deslizamiento hacia el río del mismo nombre que ha dejado el cauce reducido a solo 2 metros –38 menos que lo habitual– poniendo en riesgo unas 200 hectáreas de cultivo si se produce un desborde. Las autoridades demoraron en ir a la zona y no han pasado, hasta la fecha, de ofrecimientos de ayuda. Del inicio de las obras de limpieza, cero. ¿Esperan a que ocurra una tragedia cuando llegue el periodo de lluvias?

Y Corpac, nuevamente en el candelero. Esta vez la Contraloría ha desnudado una negligencia inexcusable. Resulta que tenían que comprar los equipos necesarios para el inicio del funcionamiento de la nueva torre de control y de la segunda pista de aterrizaje del Jorge Chávez. El plazo para hacerlo era el 31 de julio, pero hasta el día de hoy ni siquiera han hecho la convocatoria. Se supone que estos equipos tenían que comprarse seis meses antes de la puesta en marcha, prevista para enero de 2023.

Un tercer caso es Pronabec. Estudiantes beneficiarios de las becas que se encuentran en el extranjero han venido denunciando que la entidad presenta problemas serios en cuanto al financiamiento de los estudios y por el recorte de la cobertura a nivel nacional. Y cómo no va a pasar eso si no les interesa poner a cualquier persona con tal de que cumpla con el único requisito: ser amigo o amiga del presidente, como pasó con María Tarazona, que tuvo que ser retirada por orden de Servir.