notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Chile no solo es nuestro vecino en el sur, es también un aliado estratégico para nuestro desarrollo y futuro. Pero ello pasa, antes, por tratarnos, vernos, acercarnos y –sobre todo– atender nuestras diferencias como iguales.

Entonces, quienes creemos en un futuro conjunto con nuestros hermanos del sur, dentro de la Alianza del Pacífico, debemos partir por exigir que dicha visión compartida esté precedida de un trato similar. No hay mejor oportunidad para demostrar ese trato que cuando se presentan diferencias, más aún cuando está claro quién debe las disculpas del caso.

Hace bien, entonces, el Gobierno Peruano en exigir satisfacciones a la altura del equívoco. Por lo que sabemos, el Gobierno Chileno intentó minimizar los hechos por la vía diplomática, en una carta de respuesta a Torre Tagle. Para algunos, esta carta puede ser suficiente; no obstante, no es la forma con la cual se ha comportado la Cancillería chilena en el pasado. No, al menos, con otras naciones afectadas.

Por ejemplo, en noviembre del 2003, cuando espiaron al consulado argentino en Punta Arenas. No solo fueron separados dos militares involucrados, sino que el Gobierno Chileno, a través de su canciller, ofreció disculpas y prometió investigar a fin de no volver a cometer la afrenta. Recordemos, además, que la señora Michelle Bachelet se encontraba al mando del Ministerio de Defensa.

Precedente, entonces, existe. ¿Por qué no debemos exigir un trato igual? Parece que la principal inquietud es el potencial uso político de este tema por parte del gobierno peruano, cuando en realidad esa debería ser la menor de nuestras preocupaciones. En estos momentos, es más importante preocuparnos por el futuro de nuestras relaciones, y ello parte –antes de discutir el uso político del tema– por las satisfacciones que el caso amerita. Y ello en mayor medida a sabiendas de que aún no se termina la entrega de cartas geográficas respecto al fallo de La Haya y cuando queda el caso del triángulo por resolver.

Esperamos que el Gobierno Chileno entienda la importancia del agravio para el pueblo peruano y actúe, pues, en concordancia.