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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Nada está claro en el tema de los ascensos del Ejército. Y mientras muchas voces hablan de favoritismos, extrañas causalidades, promociones con suerte, designaciones con "tufillos montesinistas", el ministro de Defensa, el primer ministro, y el presidente de la República niegan en todos los idiomas que haya habido irregularidades en el proceso. ¿Podía ser de otra manera?. No. Si es que todos ellos hubieran "cocinado" el asunto, lo van a negar siempre. Jamás lo van a admitir, aun si fuera cierto.

Pero nuestro tema no es el del proceso de ascensos propiamente, sino el de otra causalidad.

Sucede que se habla mucho de este intento del sector Defensa de asegurar el apoyo del Ejército a Ollanta Humala. Para lo que sea. Blindarlo, cuidarlo, apoyarlo. Y se denuncia también en la publicación Hildebrandt en sus trece, que en el sector Justicia están pasando cosas muy raras desde mayo pasado, como el desmantelamiento de la oficina que podía investigar a los Humala, y que brindaba el apoyo a la procuradora Julía Príncipe, a través de peritos de distintas especialidades, a quienes han echado del Ministerio de Justicia.

Pero, ¿qué relación tiene una cosa con la otra? Lo curioso –y esto es solo una especulación, por supuesto– es que en el Ministerio de Defensa está de titular quien fuera el viceministro de Defensa del actual primer ministro; y como ministro de Justicia está quién fuera el procurador del Ministerio de Defensa en la gestión del ahora premier.

Es decir, los hombres de mayor confianza del primer ministro están siendo cuestionados por, supuestamente, hacer cosas que permitan blindar tanto a Ollanta Humala como a Nadine Heredia.

¿Tiene algo que ver con todo esto el primer ministro?, ¿está ejecutando a través de sus personas de confianza alguna disposición de Palacio para blindar a la pareja Humala? No lo sabemos, y algunos de sus amigos no lo creen. Quizá sea solo casualidad.