(Eduardo Cavero/GEC)
(Eduardo Cavero/GEC)

Es extraño, por no decir ominoso. Cada vez que al candidato Pedro Castillo le interrogan sobre su equipo técnico, responde con evasivas y ofrecimientos de revelar nombres “más adelante”. Eso, al parecer, cuando está de buen humor, pues en los últimos días, cada vez que la prensa provinciana y limeña le ha vuelto a plantear la pregunta, contesta incluso con prepotencia e insólita agresividad.

El hombre de Perú Libre olvida que el pueblo, ese “pueblo” que él tanto invoca en sus peroratas, tiene derecho a recibir esa respuesta antes de acudir a las urnas, ya que los integrantes de los equipos técnicos –por lo habitual, profesionales que destacan en distintas disciplinas– son los que cimientan la confianza o desatan las dudas alrededor de cualquier propuesta o plan de gobierno.

Pero en su caso, cero. La interrogante continúa sin ser despejada y lo cierto es que muchos tienen la fundada sospecha de que ese presunto y misterioso equipo de especialistas es inexistente. Pese a tan clamorosa carencia para un proyecto que pretende ser gobierno, una investigación de Perú21 logró revelar que entre los allegados a Vladimir Cerrón ya se están repartiendo cargos ministeriales, así como direcciones y jefaturas en sectores estratégicos del Estado, algunos de los cuales su candidato ha ofrecido “limpiar”.

Es decir, de equipo técnico no hay rastro hasta ahora, pero, en cambio, tienen bolos fijos para ministerios sin siquiera haber ganado las elecciones o sustentado con argumentos mínimamente serios, más allá del discurso en las plazas públicas, las desfasadas medidas que anuncian en cada mitin. Quizás porque Cerrón piensa que para llevarlas a cabo –lejos de necesitar profesionales capacitados y de cierta trayectoria– basta con seguir al pie de la letra el programa del partido que escribió él mismo.

Y en efecto, entre los primeros nombres que han salido a la luz gracias al informe de Perú21 no se distinguen profesionales preparados y más bien sí algunos con antecedentes de malos manejos, similares a los del dueño del partido, sentenciado por corrupción. ¿Son estos los profesionales que requiere el país?