Hoy, Perú y República Dominicana se verán las caras en el que será el segundo amistoso de la ‘Era Fossati’ y, seguramente, la segunda vez que veamos a Paolo Guerrero dejarle la cinta de capitán a Gianluca Lapadula.

Ocurrió el pasado viernes en Matute y volverá a suceder este martes en el Monumental. El símbolo de la Selección Peruana de la última década se nos va y él —por fin— lo asimiló como tal. Ahora solo le queda entrenar a su sucesor.

Con 40 años de edad, seis más que el nacido en Turín, el ‘Depredador’ sabe que su heredero es “el mayor de todos los convocados” y no solo eso, sino también el futbolista de más ‘peso’, aunque —ante cámaras— no pueda reconocerlo.

Divisiones menores y profesionalismo de nivel europeo, el sueño de todo futbolista sudamericano. Juega en la Serie A de Italia y solo pisa nuestro continente para defender a la Selección Peruana. Habitual en la sección deportiva y nunca en la de farándula.

Ese es Gianluca Lapadula, el nuevo líder de la blanquirroja y sobre quien recaerá la actitud del ‘equipo de todos’ dentro y fuera de las canchas, para que —de una vez— los nuevos jóvenes se contagien de su profesionalismo y no de la cebada ni de las parrandas.

Basta de peloteros. Y ojalá que Jorge Fossati (y el que venga después) tenga la firmeza para, al margen de los resultados, resistir a la tentación de volver a llamar a los hoy borrados bajo la promesa de un enésimo cambio de hábito.

Ojalá los nuevos ídolos de la bicolor sean los López, los Sonne, los Flores, los Lapadula y algunos otros pocos nombres de irreprochable conducta. Ojalá que, en la blanquirroja, ya no se acepten más disculpas.

Párrafo aparte merece el caso de Renato Tapia que, si bien es cierto tiene liderazgo dentro del campo, fuera de él ya tuvo sus divergencias con el resto del plantel.

Y lo demostró varias veces, como cuando los referentes salieron a apoyar en sus redes la candidatura de Keiko Fujimori o como cuando recibieron muy amenamente a la presidenta Dina Boluarte dentro de la Videna.

El pensar diferente y ser contracorriente le costó al prometido ‘Capitán futuro’ ser relegado a un simple ‘Cabezón’ y dejarle “su puesto” a ‘Lapagol’.