(EFE)
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Por: Flor Pablo, exministra de Educación

“Todos somos educadores” fue el slogan de la consulta nacional realizada el año pasado para actualizar el Proyecto Educativo Nacional al 2036. Hoy esta frase expresa un llamado a la acción conjunta y solidaria de todos los peruanos y peruanas en favor de la educación de más de 8 millones de estudiantes de la educación básica que han dejado de asistir a las escuelas debido a la pandemia mundial del coronavirus

En este contexto, los aprendizajes que logren nuestros estudiantes dependerán del esfuerzo conjunto y complementario que todos asumamos.

• El Ministerio de Educación ha respondido rápidamente y puesto en marcha la estrategia Aprendo en Casa que incluye el uso de la radio, la televisión y el internet; y ha anunciado que mañana lunes 6 de abril inician las clases a distancia en todos los colegios públicos. Algunos gobiernos regionales, desde sus instancias de gestión vienen adaptando la estrategia a sus territorios. El reto del sector es la articulación, en la que se incluya también a los gobiernos locales y a los líderes comunitarios, para que la estrategia educativa responda a la diversidad territorial, cultural y a la brecha de conectividad.

• Las escuelas son la principal instancia de gestión, desde las más pequeñas de las zonas rurales hasta las más grandes de las zonas urbanas. Todas tienen que organizarse, apoyándose en los recursos que ofrezca Aprendo en Casa y otros a los que puedan acceder. Recordemos que no hay recetas únicas a seguir, cada escuela debe planificar el desarrollo de los contenidos considerando la emergencia sanitaria que estamos viviendo. Poner énfasis en los aprendizajes de desarrollo personal, cívica, ciudadanía, comunicación y matemáticas como lo ha señalado el Ministerio de Educación, y otros que cada escuela quiera relevar. Esta es una oportunidad única para dejar los típicos cursos y poder planificar el aprendizaje por proyectos que motiven a los estudiantes e involucren a las familias. Para lograrlo es clave el liderazgo de los directivos y el trabajo en equipo.

• Los maestros y maestras seguirán cumpliendo un rol decisivo. El desarrollo de aprendizajes es una experiencia que pasa por la interacción y uno de los re- tos más grandes será la interacción remota. Nuestros alumnos necesitan saber que estamos preocupados por ellos, que tenemos expectativas en sus aprendizajes y que estamos cerca. Los medios remotos no reemplazan la acción del docente, por eso es necesario comunicarse con las familias y los estudiantes. Si no contamos con internet, tenemos la radio local, los celulares, las grabaciones que se pueden enviar para ser difundidos a través del megáfono en la comunidad. Cada maestro sabe cómo hacerlo. No hay excusas.

Toca recuperar la confianza, por un lado, de que el docente muestre responsabilidad y profesionalismo y, por otro, que el sistema tenga altas expectativas en los maestros y exprese preocupación por su bienestar. Se necesita alentar a los innovadores, promover redes de colaboración y dar protagonismo a los maestros y maestras.

• Las familias están llamadas a cuidar y proteger a sus hijos e hijas. No se puede pretender que reemplacen a los docentes, pero sí pueden generar condiciones para el aprendizaje en casa como espacios de estudio, rutinas para conectarse a las emisiones de Aprendo en Casa, tiempos de lectura, hábitos de vida activa y saludable, compartir las tareas del hogar y jugar con sus hijos. Nunca hemos estado tanto tiempo juntos; el aislamiento social debe ser una oportunidad para hacer de nuestro hogar la mejor escuela.

• Los medios de comunicación tienen un rol fundamental en este momento. Es la hora de que todos se sumen a retransmitir Aprendo en Casa y ofrecer una programación divertida, educativa y lúdica, que incidan en el cuidado de la salud, la autoestima, la creatividad y valores como la solidaridad, el respeto y el sentido de per- tenencia a un país tan rico y diverso como el Perú.

Este no es un año escolar regular, es una situación inédita para la cual nadie estaba preparado. Nos toca aprender, ser innovadores y audaces. Unirnos como país para que el aislamiento social sea una oportunidad para fortalecer vínculos en la familia, impulsar la innovación pedagógica, flexibilizar los modelos de gestión, dejar la rigidez y la sobrerregulación. Tiempos para cambiar y poner a las personas y su bienestar primero.




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