(Foto: Ministerio Público)
(Foto: Ministerio Público)

El Ministerio Público tuvo el tino de actuar rápidamente luego de recibir del Congreso la acusación constitucional contra Pedro Castillo por su involucramiento en casos de corrupción.

La solicitud al Poder Judicial fue que se le dicte la segunda prisión preventiva al ya detenido expresidente, así como para sus dos hombres de confianza en la presunta mafia enquistada en los estamentos de gobierno: los exministros Juan Silva Villegas y Geiner Alvarado López.

Habría sido precisamente este último quien, por ejemplo, abrió las puertas a otras organizaciones criminales para que operaran en el sector, como la de la empresaria Sada Goray, tal cual reportó ayer Perú21. Y que, desde luego, no fueron los únicos que hicieron y proyectaban hacer pingües negocios con sus respectivas redes de coimas y fraudulencias, amparados en sus oscuros vínculos con el poder político.

El requerimiento es que se dicte una nueva prisión preventiva de 36 meses, esta vez por los delitos de organización criminal, colusión y tráfico de influencias, nada menos.

Según todos los indicios, fue el avance de esta pesquisa de la Fiscalía –declaraciones de testigos, documentación recabada, dinero en efectivo de origen incierto– lo que llevó a Castillo a tirarse a la piscina vacía del golpe de Estado. Un intento de quebrar el orden democrático con el objetivo primordial de salvar su pellejo y el de sus allegados, sobre los que ya pesan sendos procesos judiciales.

Como tema aparte, aunque no completamente ajeno a esta importante medida, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, ha expresado su malestar por la investigación que le acaba de abrir la Junta Nacional de Justicia (JNJ), apenas unos días después de que ella anunciara el pedido de prisión preventiva para Castillo. Y también, justo cuando están próximos a conocerse los detalles de nuevos audios que engrosarían el ya voluminoso expediente de los Cuellos Blancos.

Aunque se han desatado suspicacias de todo tipo, se espera que estas decisiones no tengan relación alguna entre sí. Le toca a la propia JNJ aclarar el entuerto.