"Pese a la amenaza de la tercera ola y las nuevas variantes del virus, que todavía penden sobre el Perú como una espada de Damocles, la ciencia alrededor del planeta ha realizado, por su parte, una serie de avances y descubrimientos". (Foto: Fernando Sangama)
"Pese a la amenaza de la tercera ola y las nuevas variantes del virus, que todavía penden sobre el Perú como una espada de Damocles, la ciencia alrededor del planeta ha realizado, por su parte, una serie de avances y descubrimientos". (Foto: Fernando Sangama)

Que en noviembre comenzará la comprendidos en la franja de los 12 y 17 años es una excelente noticia para el país. No todos los especialistas coinciden en la pertinencia de incluir a los chicos de esa edad cuando no se ha completado todavía un porcentaje mayoritario en la inoculación de adultos, pero lo cierto es que, al ritmo en que va avanzando el proceso, los desfases se irán cerrando paulatinamente.

Con ello se acrecienta la esperanza de que en 2022 vuelvan las clases presenciales en los colegios, al menos para un significativo sector del estudiantado. Las instituciones escolares que estén en condiciones de hacerlo tendrán que pasar, desde luego, por acondicionamientos y certificaciones, pero valdrá la pena. Ya es hora de que millones de estudiantes que prácticamente han perdido dos años de estudios y experiencia, cursados en versiones compactas, debilitadas, de lo que debieran ser en condiciones normales, puedan reiniciar clases compartiendo espacios físicos con sus profesores y compañeros. Todo siguiendo las disposiciones que planteen las autoridades sanitarias, por supuesto.

Pese a la amenaza de la tercera ola y las nuevas variantes del virus, que todavía penden sobre el Perú como una espada de Damocles, la ciencia alrededor del planeta ha realizado, por su parte, una serie de avances y descubrimientos –que incluyen chascos y consiguientes retrocesos en el curso de esa búsqueda–­ que han provisto a la humanidad de mejores armas para la pandemia. Esperemos que estos beneficios alcancen a las nuevas generaciones y nuestros hijos puedan retornar a las aulas con seguridad.

Ya se ha visto que la vacunación está teniendo éxito en cuanto a los efectos para atenuar la propagación y la letalidad del virus. Pero el gobierno no debe bajar la guardia y seguir adelante, no solo acelerando la vacunación masiva de los peruanos, sino adquiriendo nuevos lotes para comenzar con la aplicación de las terceras dosis de refuerzo y la segunda ronda de inmunización general a medida que vaya perdiendo efecto la primera.

No conviene dormirse con el tema ni dejarlo en manos de las burocracias, pues patógenos letales como el del COVID-19 no descansan nunca.

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