(Foto: Congreso del Perú)
(Foto: Congreso del Perú)

Un discurso incoherente, populista y alejado de la realidad. En su alocución frente al Congreso de la República, el premier Guido Bellido ofreció luchar contra el terrorismo, pero no dijo ni una palabra sobre los gravísimos cuestionamientos a su equipo ministerial por tener entre sus filas a ministros vinculados al pensamiento de Sendero Luminoso y tampoco hizo él mismo un mea culpa por haber sido admirador de la ideología violentista de Abimael Guzmán.

La ciudadanía esperaba, por lo menos, una recomposición del gabinete como respuesta a un clamor generalizado, tanto en la calle como en la escena política. Y, aunque Bellido tampoco dijo nada sobre su proyectada convocatoria a una Asamblea Constituyente, el congresista Bermejo no dejó de hablar del tema en cuanto le tomaron declaraciones. Una convocatoria cuyo único propósito es hacer aprobar una Carta Magna que le permita a su partido atornillarse en el poder.

Bellido pudo tranquilamente zanjar el tema y anunciar que ya no insistirán con ese viejo objetivo de la izquierda trasnochada. Pero no lo hizo; es decir, la Constituyente se mantiene como prioridad en la agenda política de Perú Libre. Al mismo tiempo, leyó un discurso de páginas de páginas de lugares comunes y clichés, ofreciendo miles de millones de soles en inversiones y apoyos, sin especificar de dónde los sacarán.

Una interminable sucesión de planteamientos descabellados, como dejar de lado la ley de la Carrera Pública Magisterial para dar paso a otro organismo que tendría como único fin reincorporar en los colegios públicos a todos los amigos del presidente Castillo y del Conare Sute (muchos vinculados al Movadef), todos ellos jalados en las pruebas de evaluación docente, lo cual sería un desastre para la educación en el Perú.

El espacio, en fin, queda corto para enumerar la cantidad de vaguedades emitidas por el premier en su discurso, pero la verdad de fondo es inocultable: este gabinete no merece la menor confianza ni de este Congreso ni mucho menos la del pueblo del Perú.