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Una decisión individual

Jean Marc Piotte, filósofo de la Universidad de Quebec, sostiene en “Las nueve claves de la modernidad” que la religión, en el tiempo, tenderá a ser una asunto privado, de la persona, de sus creencias. Una propuesta radical, sin dudas, aunque no necesariamente novedosa. Ya Lutero cuestionaba la intermediación de la Iglesia en las cuestiones de Dios.

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Lo cierto es que, conforme nos adentramos en una era privilegiada por el conocimiento científico y la tecnología (en niveles antes impensados), queda claro que las explicaciones e interpretaciones que brinda la Iglesia sobre los problemas terrenales quedan cortas y no sintonizan con las creencias globales. Entre estas, por supuesto, están aquellas relacionadas a la orientación sexual.

Mientras el debate de la unión civil se prolongue en un eje religioso difícilmente llegaremos a un acuerdo. Las cuestiones de fe no requieren de pruebas, ni del uso de la lógica. Son aceptadas, justamente, sin necesidad de ellas.

No obstante, difícilmente encontraremos algo más propio del individuo que su opción sexual. Que impongan las leyes, las creencias y las tradiciones poco importa. Cada uno se define a gusto, con sus sentidos y sentimientos por delante.

Exigirle a la Iglesia que se abstenga del debate es una exageración, tanto como negar el debate por la condena de la misma. La Iglesia, como institución, tiene todo el derecho de participar, de opinar y cuestionar, tanto como tienen otras instituciones; empero, las decisiones, finalmente legales, le competen al Estado. Y en tanto este siga siendo laico, son los representantes los llamados a debatir la propuesta, a escuchar las distintas posiciones y a llegar a una decisión pensando en el individuo, no en las creencias.

La Iglesia no es infalible; recordemos sino el debate en torno a la teoría heliocéntrica. Tuvieron que pasar casi 1,900 años entre la primera aproximación de Aristarco y la aceptación finalmente de la propuesta copernicana. Esperamos que el debate se produzca y que las leyes se emitan pensando en el individuo y sus opciones, derechos y libertades.

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