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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¿Qué puede hacer el gobierno para revertir, lo más pronto posible, la desazón y desconfianza que sienten los peruanos? No es una pregunta menor, ociosa, estéril. A poco menos de 15 meses para las elecciones generales, el gobierno no puede seguir arrinconado, diezmado ante la oposición y la opinión general. No debería, en todo caso, aspirar a terminar así su mandato. Si nos guiáramos por las encuestas de opinión, pues cualquiera diría que no queda esperanza, que se trata de llegar a la orilla como sea y esperar el cambio de mando.

Puede ser. Pero tengamos presente que ello significa la paralización del Perú, y con ello de las inversiones, de puestos de trabajo, de la reducción de la pobreza. Con ello, gusten o no las formas y el fondo del nacionalismo, a todos nos compete ver que acabe su gestión de la mejor manera posible.

¿Pero qué hacer cuando el gobierno no escucha, se enterca en mantener a personajes cuestionables y proyectos harto impugnables? ¿Qué hacer cuando a la pareja presidencial todo le suena a quejas y ve su actuar como inmaculado y sacrosanto? Sí pues, es una traba, qué duda cabe. Pero a todos nos conviene que la confianza retorne a los ciudadanos, y entonces a todos nos compete dejar las pasiones de lado y tratar de aportar en aquello que se pueda.

Lo principal, si de consejos se trata, sería apartar definitivamente a la primera dama de cualquier acción gubernamental, y devolver –con ello– el sitio que le corresponde al premierato. Claro, ello implica también cambiar a la premier y a los ministros cuestionados.

Luego sería necesario –imprescindible, diría– que el presidente y el nuevo premier se dirijan a la nación, transmitan confianza y optimismo, además de explicar cuáles serán las principales políticas de los últimos meses, y cómo será la transición en el 2016.

Finalmente, y no menos importante, deberían –cuanto antes– entregar la supervisión y la auditoría de los servicios de inteligencia a terceros, profesionales independientes que aseguren el buen uso de los mismos.

Está en las manos del gobierno, no de la oposición, definir cómo quiere terminar su mandato. ¿Cómo querrá hacerlo? En estos meses sabremos.

Juan José Garrido director@peru21.com