En el mercado paralelo, el tipo de cambio cotizaba a S/3.310 la compra y a S/3.324 la venta este miércoles. (Foto: GEC)
En el mercado paralelo, el tipo de cambio cotizaba a S/3.310 la compra y a S/3.324 la venta este miércoles. (Foto: GEC)

Analistas están advirtiendo de una posible crisis financiera mundial en los siguientes meses. ¿En qué se basan? Las crisis son colapsos en los sistemas financieros que vienen precedidos de auges crediticios. Este mayor crédito puede ser tomado por entidades financieras, familias o gobiernos. Si los receptores de los préstamos son familias, su manifestación usual son las burbujas especulativas, como ocurrió en EE.UU., Irlanda, España y Reino Unido entre 2008 y 2010. Si son gobiernos, se refleja en un exceso de deuda y déficit fiscales (gasto público mayor que el ingreso público). Las entidades financieras pierden el acceso a préstamos externos, debido a las dificultades de pago de sus deudas.

Lo que ha ocurrido desde 2008 es que los gobiernos de economías avanzadas se han endeudado más. La crisis fue de sobreendeudamiento. Sin embargo y según datos oficiales, la deuda ha crecido. Han creído solucionar un problema de deuda endeudándose más. La deuda promedio, como porcentaje del PBI en economías avanzadas, asciende a 100%. Y eso no es sostenible: en las emergentes y en desarrollo, apenas llega a 45%.

Por lo tanto, el primer indicador es un crecimiento de la deuda de los gobiernos de las economías avanzadas. Segundo, hay señales de crecimiento de los precios de algunos activos, como ciertos metales que podrían ser señales de burbujas como las de 2008.

¿Necesariamente termina en una crisis esta situación? Veo dos escenarios. Uno, es efectivamente una crisis. El segundo es un ajuste para que las economías avanzadas reduzcan su deuda. En este caso, habría una desaceleración mundial con impactos negativos sobre las economías emergentes. Lo que queda claro es que en este 2019 la cautela debe primar.