[Opinión] Richard Arce: Ya perdieron el voto de confianza del pueblo

Es muy probable, estimado lector, que al estar leyendo la presente columna, el gabinete Torres ya tenga el voto de confianza, porque tenemos un Congreso genuflexo y hasta cómplice con todo este desastre del gobierno de Castillo.

No es tan difícil hacer esta afirmación, porque denegar la confianza significaría un “jaque” al Congreso y estarían jugándose la posibilidad de la disolución. Además, no tienen el temple y menos el desprendimiento para sacrificar sus curules y poder así arrinconar al gobierno con una posición decente.

Los congresistas han demostrado que están más preocupados por cuidar sus quincenas y los chanchullos de los líderes de las bancadas mayoritarias para que no entren a la cárcel; se han coludido groseramente con el gobierno para tumbarse la reforma universitaria y la del transporte, además de avalar a ministros impresentables.

Por otro lado, la bancada oficialista está más unida que nunca, porque tienen su cuota de poder en el gobierno; por eso están haciendo lo que se les venga en gana en el MTC, el Minsa y el Minem, que se han convertido en agencias de empleos  para satisfacer las angurrias de Cerrón y compañía.

Tenemos que entender que los asuntos del Congreso se imponen por la fuerza de los votos; es la miseria desde hace varios quinquenios. Son capaces de avalar la irracionalidad y ahora inclusive la corrupción. Juegan en función de sus intereses mezquinos, el país es lo de menos.

Súmenle que ahora tenemos a los “niños” delatados por Karelim; entonces es imposible que puedan cambiar el sentido de los votos, con tantos escándalos de corrupción en los que estarían involucrados varios de ellos.

El consuelo es que la opinión pública está cada vez más convencida de que la única salida a esta crisis política es “que se vayan todos” –Ejecutivo y Legislativo–. Basta ver este voto de confianza para entender la concupiscencia de ambos fueros en la corrupción.